BOGOTÁ.- Salvatore Mancuso, ex jefe máximo de la organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), solicitó al gobierno del presidente Álvaro Uribe que lo recluya en una misma cárcel con 179 de sus antiguos subalternos detenidos.
Mancuso presentó la petición en una carta al ministro del Interior y de Justicia, Carlos Holguín, fechada el pasado 4 de julio y que divulgó hoy por su sitio en internet.
Según el ex mando principal de las AUC, la reunión de él y sus subalternos en un mismo presidio facilitará la aplicación de la llamada Ley de Justicia y Paz, gestionada por el Ejecutivo para el desarme masivo de los paramilitares, y la agilización de las investigaciones penales.
La concentración es “condición necesaria para contribuir de manera más proactiva y eficaz a la construcción de la verdad como valor reparador, liberador y patrimonial, que conduzca a la reconciliación como objetivo final para alcanzar la paz", consideró Mancuso, quien hizo parte del Bloque Norte (BN) de las AUC.
El ex paramilitar agregó que, bajo su liderazgo, será más fácil reconstruir con sus subalternos “la verdad, con el recuento de hechos precisos y localización de fosas y desaparecidos", casos que, sostuvo, desconoce o no conoce en detalle por haber sido cometidos por los ex combatientes.
"Lo contrario haría imposible reconstruir tantos años de lucha, circunstancia que genera ineficacia en las investigaciones, incertidumbre, incredulidad, frustración en las expectativas de verdad, justicia y reparación y del proceso de paz, no sólo por parte de las víctimas, sino también por parte del país y la comunidad internacional", consideró.
Mancuso pidió que él y los 179 ex paramilitares por los que aboga sean trasladados a la llamada Institución Penitenciaria de Urrá, localizada en la zona rural de Tierralta, localidad de Córdoba, departamento del que él es oriundo y en el que tuvo su cuartel.
El ex jefe de las AUC está preso en la cárcel de máxima seguridad de Itagüí, población vecina a Medellín y en la que comparte con una treintena de antiguos altos mandos y otros tantos cabecillas medios.
En trece presidios de igual número de ciudades o localidades permanecen los otros 179, que conformaron los bloques Catatumbo y Córdoba de las AUC.
El gobierno y las AUC mantuvieron de finales de 2002 a mediados de 2006 un proceso de paz que terminó con el desarme de más de 31.000 paramilitares.
El diálogo entró en diciembre último en la fase judicial, con la investigación de los múltiples crímenes cometidos por los ex ultraderechistas.