SEÚL.- Los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) llegaron hoy a Pyongyang para supervisar el proceso de desnuclearización norcoreano, el mismo día que el régimen comunista recibió un primer cargamento de petróleo para compensar el esperado cierre del reactor de Yongbyon.
Una delegación de diez inspectores, encabezada por Adel Tolba, aterrizó en el aeropuerto de la capital norcoreana procedente de Beijing en un vuelo de las líneas aéreas norcoreanas Koryo, cuatro años y medio después de que el gobierno de Kim Jong-il expulsase del país a la última misión de este organismo de Naciones Unidas.
Según la agencia surcoreana Yonhap, los inspectores permanecerán entre dos y tres semanas en Corea del Norte para instalar los equipos necesarios para realizar sus tareas de control, al tiempo que comenzarán a supervisar el fin del programa nuclear norcoreano sobre el terreno.
Pasado este plazo, dos técnicos se quedarán de forma permanente en el país comunista para corroborar que se produce el cierre del reactor nuclear de la central de Yongbyon, que es el único operativo en Corea del Norte, según Yonhap.
A este respecto, el negociador estadounidense en el diálogo nuclear, Christopher Hill, de visita en Japón, se mostró confiado en que el cierre de Yongbyon se produzca antes de final de año, y dijo hoy que espera contar en los próximos meses con una lista detallada de las instalaciones nucleares del país asiático.
Por su parte, Tolba aseguró en Beijing que nada más llegar a Pyongyang viajaría hasta esa central nuclear, a unos 80 kilómetros de la capital norcoreana, para empezar a preparar su clausura.
Asimismo, indicó que mantendrá informada a la sede del AIEA en Viena sobre los avances del proceso de desnuclearización.
Los inspectores regresan a Corea del Norte para continuar con sus trabajos de supervisión del programa nuclear después de que Pyongyang expulsara a la última misión en diciembre de 2002, cuando EE.UU. acusó al país comunista de desarrollar en secreto un programa de enriquecimiento de uranio.
Desde 1994
Las tareas de inspección del AIEA en Corea del Norte empezaron en 1994 con el objetivo de supervisar la central nuclear de Yongbyon tras el acuerdo que alcanzaron Pyongyang y Washington para que el régimen norcoreano congelase su programa atómico a cambio de energía, un pacto que se rompió en 2002.
El 13 de febrero de este año, y tras varias rondas de negociaciones en las que participaron EE.UU., China, Japón, Rusia y las dos Coreas, Pyongyang accedió a terminar con su programa nuclear en un plazo de 60 días si recibía ayudas energéticas internacionales.
Sin embargo, el proceso quedó paralizado hasta hace un mes debido al bloqueo de unas cuentas norcoreanas con 25 millones de dólares en un banco de Macao, que Washington consideraba que servían para financiar actividades ilícitas.
El dinero fue finalmente transferido el 19 de julio a una entidad rusa desde la que Pyongyang pudo acceder a sus fondos, lo que dio vía libre para retomar el compromiso firmado en febrero en las conversaciones a seis bandas y que incluía el regreso de los inspectores a Corea del Norte.
La llegada de los técnicos internacionales coincidió además hoy con la entrega de un primer cargamento de combustible enviado por Seúl al régimen norcoreano, como parte de la compensación energética exigida por Pyongyang para proceder a su desnuclearización.
Corea del Sur se comprometió a enviar 50.000 toneladas de crudo pesado a su vecino del norte a cambio del cierre de Yongbyon.
De éstas, 6.200 arribaron esta mañana al puerto norcoreano de Sunbong en la provincia de Hamgyeong, tras haber salido el jueves de la ciudad surcoreana de Ulsan.
Además de la aportación de Seúl, EE.UU., Rusia, China y Japón tendrán que entregar en total 950.000 toneladas de petróleo al régimen norcoreano cuando desmantele su programa nuclear.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Corea del Norte reiteró la semana pasada su voluntad de clausurar su reactor cuando reciba la primera parte del combustible acordado.