NUEVA YORK.- ¿Quién dijo que integrar un jurado es aburrido? Para dos treintañeros neoyorquinos deliberar en torno a un juicio por asesinato el año pasado resultó la oportunidad perfecta para conocerse... y enamorarse.
Traci Nagy y Jonathan Cinkay se atrajeron desde el primer día del juicio, informó el New York Daily News.
"Estábamos tanto tiempo en la habitación del jurado y no podíamos hablar sobre el caso. Hablábamos sobre películas, viajes, de todo. Fue una muy buena manera de conocer a alguien", contó Nagy, citada por el periódico.Otros jurados pronto advirtieron el romance floreciente.
"Una mujer me encontró en el baño de las mujeres y me dijo: 'Creo que deberías salir con Jon'", recordó Nagy y agregó que "terminamos saliendo a almorzar un día que tuvimos una pausa larga, y desde allí en más, simplemente todo fue creciendo".
La pareja se casará el mes próximo por el mismo juez de la Suprema Corte que presidió el juicio por asesinato, Daniel Lewis, quien contó al diario que se había dado cuenta que algo pasaba en ese jurado.
"Algunos jurados son serios, otros sombríos, pero este jurado parecía estar lleno de personas sonrientes y felices", dijo Lewis.
Nagy contó que inicialmente había pensado en rehuir ser jurado porque tenía mucho trabajo. "Ciertamente valió la pena el servicio público", admitió al diario.