PARIS.- El magnate ruso Boris Berezovski, refugiado en Londres desde hace siete años, acusó al presidente de Rusia, Vladimir Putin, de estar detrás del asesinato del antiguo espía Alexander Litvinenko, envenenado con polonio en Londres en 2006.
"Estoy convencido de que Vladimir Putin comanditó el asesinato de Litvinenko, de que el FSB (los servicios secretos rusos) lo organizaron y de que Andrei Lugovói se encargó de ello", dijo Berezovski en una entrevista que "Le Figaro" publicará mañana y adelanta en su página web.
Según el oligarca ruso, que está procesado en Rusia por intento de golpe de estado, "dos hechos demuestran que este asesinato es obra del Estado ruso".
Berezovsski citó por una parte el polonio (sustancia radiactiva) utilizada para matar a Litvinenko hace nueve meses en Londres y que "conduce directamente al Kremlin", y, por otra, el que "el Estado ruso y el propio Putin encubren este asesinato".
Ante la negativa de Rusia a extraditar al ex agente secreto Lugovói, principal sospechoso del asesinato de Litvinenko, el Reino Unido anunció hoy que expulsará a cuatro diplomáticos rusos destacados en Londres.
En "Le Figaro", Berezovski se alegró de que el Reino Unido haya "franqueado la etapa de la toma de conciencia del carácter criminal del régimen ruso" y agregó que "Europa necesita a políticos resueltos para ayudar a Rusia a volver hacia la democracia", tras acusar a Occidente de hacer gala de "una hipocresía infinita".
Berezovski rechazó todo paralelismo entre los oligarcas de la era de Boris Yeltsin, entre los que se encuentra, y los de la era de Putin: "Los oligarcas putinianos son criminales. Los oligarcas yeltsinianos son pioneros del capitalismo ruso", afirmó.
Asimismo, el millonario exiliado acusó a su ex socio Roman Abramovich de haber sido "cómplice de los crímenes de Putin" y de haber participado en la "confiscación" de sus bienes.
Finalmente vaticinó que el presidente Putin no dejará su cargo de forma "voluntaria" y dijo que el problema para él es seguir en el puesto y a la vez "conservar una legitimidad hacia Occidente".