LA PAZ.- La empresa india Jindal Steel and Power firmó hoy con el Gobierno de Bolivia un contrato para hacer una inversión millonaria en la explotación del hierro de la mina Mutún y que fue calificado como el más importante de la historia minera del país.
El convenio fue firmado la noche de hoy miércoles en la ciudad oriental de Santa Cruz en un acto en el que participó el presidente del país, Evo Morales, luego de más de trece meses de negociaciones desde junio del año pasado, cuando la empresa ganó una licitación.
El Mutún es una de las minas más grandes de Suramérica, situada cerca de la localidad de Puerto Suárez, en la frontera entre Bolivia y Brasil, con reservas de hierro y de otros minerales calculadas en 40.000 millones de toneladas.
Jindal prometió invertir en los siguientes 40 años 2.100 millones de dólares para explotar e industrializar el 50 por ciento del hierro que posee la mina.
En el acto, transmitido por los medios estatales, el presidente Morales dijo que desde que se hizo cargo del gobierno, en enero del 2006, pasaron 18 meses en los que su administración trabajó para mejorar las condiciones de la adjudicación de la mina.
Sostuvo que la licitación que lanzó su gobierno permitirá ese nivel de inversión, de 2.100 millones de dólares, que es cuatro veces más alto que la cifra que se esperaba antes bajo las condiciones de un anterior proceso anulado a fines del 2005.
Agregó que también se logró subir los ingresos promedio para el Estado hasta 200 millones de dólares anuales, desde los 18 millones que, según Morales, permitía el anterior proceso de licitación.
El mandatario destacó además que Bolivia no solo exportará hierro como materia prima, sino también otros productos industriales como acero, y que en lugar de carbón vegetal, se usará gas natural como combustible.
Asimismo sostuvo que la empresa respetará la soberanía del país en sus políticas tributarias, al margen de las participaciones que se acordaron con la firma del contrato que ahora debe ser ratificado en el Congreso para entrar en vigencia.
El ministro de Minería, Luis Alberto Echazú, dijo que se trata del “mayor contrato minero de la historia de la república” por el que se ratifica la política del gobierno de Morales de conseguir socios, y no patrones, para la explotación de sus recursos naturales.
De su parte, el vicepresidente de la Jindal, Vikrant Gujral, dijo que su siderúrgica perseguía desarrollar el proyecto del Mutún desde el año 2004 y agradeció a Morales por haber mostrado la disposición de trabajar para alcanzar un acuerdo con la firma.
Gujral comentó que las negociaciones parecían “interminables” por las numerosas dificultades y problemas que se presentaron, pero que fueron “manejados de manera muy digna".
Durante los trece meses de negociación, varias veces el gobierno dio por cerrado el negocio con Jindal, pero siempre aparecían nuevos desacuerdos por el precio del gas, por las participaciones para el Estado y los asuntos tributarios, entre otros.
En ese período, la administración de Morales llegó incluso a lanzar sucesivos ultimátum a Jindal, que no se cumplieron, para llegar a un acuerdo final o buscar otros socios.