El temido lagarto.
Agencia.SANTIAGO.- Un lagarto de 58 centímetros de largo que vive en los desiertos de México y del sudoeste de Estados Unidos, ha sido reconocido desde hace más de una década como el portador de una gran esperanza para los pacientes diabéticos del mundo.
Se trata del Monstruo de Gila, animal que en su saliva tiene una sustancia muy similar a la hormona humana GLP1, la cual tiene un importante rol en la regulación de los niveles de glucosa en sangre en el hombre.
Este lagarto posee una fisiología especializada, que le ayuda a mantener los niveles energéticos durante sus largos intervalos entre alimentos. Los Gila comen porciones abundantes con poca frecuencia, lo que resulta muy ventajoso en un ambiente en el cual es muy difícil encontrar presas de manera regular.
Cuando un Monstruo de Gila come, una glándula salival dentro de su boca libera un compuesto llamado exendina-4, que fluye dentro del tracto digestivo y el torrente sanguíneo del lagarto. Mientras que los científicos tienen aún que confirmar el rol que juega el exendin-4, parece que prepara al cuerpo del Gila para recibir, procesar y almacenar nutrientes. Además, se cree que el exendina-4 tiene un rol en la regeneración del intestino del Gila, que se atrofia entre las esporádicas comidas para conservar energía.
A comienzos de la década del ‘90, los investigadores de diabetes descubrieron que el exendina-4 del monstruo de Gila actuaba de manera muy similar a la hormona digestiva encontrada en humanos llamada péptido-1 similar al glucagon (GLP-1). La exendina-4 tiene el beneficio adicional de permanecer mucho más tiempo dentro del organismo, ya que su vida media es más larga que la del GLP-1
La Dra. Laura Fernández Landó, asesora médica de Endocrinología de Eli Lilly, explica que “en humanos, el GLP-1 juega el importantísimo rol de mantener la homeostasis de la glucosa (un suministro de glucosa constante pero no excesivo en el torrente sanguíneo). Estimula al organismo para producir insulina en respuesta a niveles crecientes de glucosa en sangre, inhibe la producción de glucosa desde el hígado después de las comidas, retarda la absorción de nutrientes, promueve la saciedad y la reducción del apetito. Los niveles de GLP-1 disminuyen al desarrollarse la diabetes tipo 2.
La diabetes tipo 2 se produce generalmente en personas mayores de 35 años, llamada no-insulinodependiente, pues tienen insulina propia pero en cantidad insuficiente para contrarrestar la resistencia a la acción de la insulina por parte de los tejidos del organismo.. Este tipo se asocia en alto porcentaje a la obesidad y a veces en personas delgadas, especialmente en los ancianos. Según la OMS, actualmente 150 millones de personas alrededor del mundo padecen diabetes y dentro de este número el 90% tiene diabetes tipo 2.
En Chile, antes de los 44 años la prevalencia de diabetes es de 0,1% y sube a 9,4% entre los 45 y los 64 años y llega a los 15,2% en los mayores de 64 años. (Encuesta Nacional de Salud, 2003).
Este descubrimiento de las acciones del exendin-4, y el hecho que tiene una vida media significativamente más larga que el GLP-1, permitió que Lilly y Amylin Pharmaceuticals desarrollarán una versión sintética del exendin-4, llamada exenatida, para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Se trata del primer medicamento en una nueva clase de compuestos llamados miméticos de las incretinas.
Eli Lilly, es un laboratorio que está desarrollando un número creciente de productos farmacéuticos destacados en sus categorías, aplicando la última tecnología disponible que proviene de sus laboratorios propios alrededor del mundo y de la colaboración con importantes organizaciones científicas. Con casa matriz en Indianápolis, Indiana (Estados Unidos), Lilly provee respuesta a través de medicamentos e información a algunas de las necesidades médicas más urgentes.