TOKIO.- El gobierno japonés estudia la posibilidad de mantener cerrada durante al menos un año la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, la mayor del mundo, que sufrió daños el lunes a causa de un fuerte sismo, afirma el jueves el diario económico Nikkei.
Esta clausura fue ordenada para investigar la seguridad de esta instalación, ya que el terremoto provocó unos 50 problemas de funcionamiento en la central, incluyendo un pequeño escape radioactivo, un incendio, y ruptura de material.
Por otra parte, ahora se teme que esta central se encuentre sobre una falla activa.
Si se descubre que la estructura de la central debe ser reforzada, las instalaciones "podrían quedar fuera de servicio durante mucho más de un año", agrega el Nikkei, sin citar a sus fuentes.
Esta central de 8.212 megawatos, que alimenta a la megalópolis de Tokio (20 millones de habitantes), es propiedad de Tokyo Electric Power (Tepco).
Tepco ya pidió ayuda a sus competidores para responder a las grandes necesidades de electricidad de la capital durante el verano.
El movimiento telúrico del lunes dejó diez muertos y más de 1.000 heridos, según el último balance oficial, y destruyó o causó daños en más de 2.000 edificios.