KANDAHAR,.- Los talibanes afirmaron el sábado, sin aportar pruebas, haber matado a los dos rehenes alemanes en su poder ante el rechazo de las autoridades afganas y alemanas a entablar negociaciones, mientras se teme por la suerte de los otros 18 rehenes surcoreanos aún en sus manos.
"El gobierno afgano no se puso en contacto con nosotros y, por tanto, matamos al segundo rehén a las 13:10 horas (hora local), declaró por teléfono a la AFP Yusuf Ahmadi, el portavoz habitual de los talibanes.
Ahmadi había anunciado poco antes la ejecución, de un tiro, del primer rehén alemán al expirar el ultimátum fijado para las 07H30 GMT.
El ministerio alemán de Relaciones Exteriores indicó en Berlín que "toma muy en serio" la información según la cual los dos rehenes alemanes fueron ejecutados pero añadió que no posee ninguna "confirmación independiente" de ello, afirmó el sábado un portavoz.
"Tomamos esas declaraciones muy en serio y seguimos de cerca la situación. Pero hasta ahora no tenemos ninguna confirmación independiente de que los alemanas secuestrados hayan muerto", declaró el portavoz del ministerio, Martin Jager.
En caso de confirmación, se trataría de la primera ejecución por parte de los talibanes de rehenes extranjeros desde la de un ingeniero indio, en abril de 2006. Un ingeniero británico también fue secuestrado y ejecutado por los talibanes un año antes.
Ambos alemanes, cuyas identidades y profesiones no han sido divulgadas, fueron secuestrados el miércoles, en la provincia de Wardak, a un centenar de kilómetros al sur de Kabul. Según fuentes afganas, los alemanes son ingenieros que trabajan para una empresa no precisada.
Los rebeldes ultraislamistas exigían a cambio de su liberación la retirada de los 3.000 soldados alemanes desplegados en el norte de Afganistán y la liberación de todos sus militantes encarcelados en suelo afgano.
Cerca de 1.000 talibanes están encarcelados en Afganistán, según el ministerio de Justicia. Cinco afganos, fueron secuestrados junto con los dos alemanes, pero no se entregó información acerca de ellos.
Por su parte, en Seúl, el presidente de Corea del Sur, Roh Moo-hyun, instó el sábado a la liberación inmediata de los 18 surcoreanos secuestrados por los talibanes en Afganistán.
"Los secuestradores deben soltar a los surcoreanos sanos y salvos y lo más rápido posible", declaró Roh en una alocución televisada.
El presidente, que destacó que los rehenes son civiles comprometidos en actividades humanitarias, subrayó que "unos civiles inocentes no deben ser secuestrados".
Los talibanes reivindicaron el viernes el secuestro de 18 jóvenes cristianos evangelistas surcoreanos que viajaban en coche entre Kabul y Kandahar, a unos 120 km al sur de la capital.
El presidente Roh Moo-hyun recordó que los 200 militares surcoreanos aún presentes en Afganistán son ingenieros o médicos dedicados a la reconstrucción del país y no a combatir.
Pocas horas antes, el ministro de Relaciones Exteriores, Song Min-soon, indicó que Corea del Sur no tiene la intención de acelerar la retirada de su contingente de Afganistán, prevista de aquí a finales de año.
Song dijo también que un equipo de crisis surcoreano llegará el sábado a Kabul para ayudar a la liberación de los rehenes.
Los rehenes partieron el 13 de julio a Afganistán para llevar a cabo "actividades evangélicas y tareas voluntarias" en hospitales y hogares de niños. Su regreso estaba previsto el lunes, según indicó la comunidad religiosa de Saem-Mul.
En marzo, el periodista italiano Daniele Mastrogiacomo fue liberado por los talibanes a cambio de cinco de sus prisioneros.
Los talibanes secuestraron a inicios de abril en el sur del país a dos trabajadores humanitarios franceses y a sus tres guías, que posteriormente liberaron sin nada a cambio, a menos de manera oficial, y a quienes amenazaban con matar si no se retiraban las tropas de ese país y se liberaban prisioneros.