PARÍS.- El ex Primer Ministro francés Dominique de Villepin fue inculpado hoy por "complicidad de denuncia calumniosa" en el caso Clearstream, un gran escándalo político-financiero que implicó entre otros al actual presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.
De Villepin, de 53 años, fue acusado de "complicidad de denuncia calumniosa, ocultamiento de robo y abuso de confianza, complicidad de uso de documentos falsos" por los jueces Jean-Marie d’Huy y Henri Pons, que instruyen desde hace tres años este expediente político-judicial convertido en asunto de Estado.
"Quiero reiterar que en ningún momento solicité una investigación sobre personalidades políticas, que en ningún momento participé en ninguna maniobra política", afirmó ante la prensa el ex jefe de gobierno francés.
Había llegado al promediar la mañana al polo financiero del tribunal de París, donde fue convocado por los jueces Jean-Marie d’Huy y Henri Pons, que tratan de investigar esta maquinación política.
Sarkozy, de 52 años, cree que fue víctima de una conspiración destinada a sabotear su carrera, y no ocultó sus sospechas sobre Villepin, su rival en la derecha que durante mucho tiempo fue presentado como el delfín del ex presidente Jacques Chirac.
Villepin, apartado de la carrera a la presidencia por su partido, el UMP, se alejó de la vida política después de la elección triunfal de Nicolas Sarkozy, en mayo pasado. Regresó de sus vacaciones en Tahiti para responder a la convocatoria de los magistrados.
El caso Clearstream, que data de 2004, estaba destinado a desacreditar a varias personalidades que supuestamente habrían recibido sobornos, a través de la empresa de compensación luxemburguesa Clearstream, en ocasión de la venta de fragatas francesas a Taiwán. El nombre de Sarkozy apareció durante las investigaciones en documentos falsificados.
Villepin, quien durante largo tiempo fue un hombre de confianza de Chirac que trabajaba en las sombras antes de ser ministro de Relaciones Exteriores, ministro del Interior y luego primer ministro en 2005, fue acusado por varias personas involucradas en este caso.
Parece probado que habría encargado las investigaciones paralelas, fuera de todo marco judicial. Aparentemente, también presionó al "delator", su amigo Jean-Louis Gergorin, ex vicepresidente del grupo de defensa EADS, a enviar anónimamente las listas a la justicia para que los "culpables" fueran desenmascarados.
Pero en esta etapa persisten dos preguntas fundamentales para determinar el grado de responsabilidad de Villepin. ¿Sabía que las listas habían sido falsificadas? Y si era así, ¿alentó de una manera u otra la introducción del nombre de Sarkozy?
El ex primer ministro siempre negó el menor comportamiento ilegal, explicando que su deber era ayudar a desenmascarar eventuales comportamientos delictivos por parte de altas personalidades del mundo político o económico.
En diciembre pasado ya había sido interrogado durante 17 horas por los jueces, y parecía no estar implicado.
Sin embargo, a fines de junio se descubrieron notas informáticas del general Philippe Rondot, un alto funcionario de inteligencia al cual Villepin había pedido secretamente que investigase, lo que reactivó espectacularmente este caso.
A partir de ese descubrimiento, los dos jueces efectuaron registros en el domicilio y las oficinas de Villepin, antes de convocar al ex jefe de gobierno.
Chirac, cuyo nombre también aparece en las notas del general Rondot, anunció el 22 de junio que no presentaría testimonio ante la justicia "sobre hechos acaecidos o conocidos durante su mandato" (1995-2007), debido a su inmunidad presidencial.