LONDRES.- El gobierno británico pidió formalmente a Estados Unidos la liberación de cinco hombres presos en Guantánamo que residían en el Reino Unido antes de su detención, anunció hoy el Foreign Office.
Según la nota, el jefe de la diplomacia británica, David Miliband, escribió hoy a su par estadounidense, Condoleezza Rice, para pedir formalmente la excarcelación de esas personas por su relación como "ex residentes" de Gran Bretaña.
Este procedimiento marca una inflexión en la actitud británica con respecto a Estados Unidos, un mes y medio después de la llegada a Downing Street de Gordon Brown.
Hasta ahora, el gobierno británico con Tony Blair sólo había intercedido por ciudadanos de nacionalidad británica.
"El ministro de Relaciones Exteriores y la ministra del Interior (Jacqui Smith) decidieron pedir la liberación de Guantánamo y el retorno de cinco hombres que, aunque no son ciudadanos del Reino Unido, residían legalmente aquí antes de su detención", dice un comunicado oficial.
En concreto, se trata del saudita Shaker Aamer, el jordano-palestino Jamil El Bana, el libio Omar Deghayes, el etíope Binyam Mohamed y al argelino Abdenur Sameur, que tenían permiso de residencia o la condición de refugiados en Gran Bretaña, según la misma fuente.
A finales de julio, un juez británico dio al gobierno hasta el 9 de agosto para decidir si reclamaba o no el retorno de Jamil el Bana, de 45 años, que tenía estatus de refugiado.
El Bana fue detenido en Gambia en noviembre de 2002 con otro residente en Gran Bretaña de nacionalidad iraquí, Bisher al Rawi, y conducido por las autoridades estadounidenses primero a Afganistán y luego a Guantánamo, en la isla de Cuba, por presuntos lazos con Al Qaeda.
Al Rawi fue liberado en marzo a petición de Londres, que sin embargo se negó a intervenir en los otros casos, como pedían sus familiares, algunos infructuosamente por la vía judicial invocando derechos fundamentales.
En el comunicado de hoy, el gobierno británico se congratula de las recientes medidas para reducir el número de presos en Guantánamo, donde las condiciones de detención son intensamente denunciadas por las organizaciones de derechos humanos.
El Foreign Office enmarca la petición en los "crecientes compromisos (de Estados Unidos) con terceros países para transferir a los detenidos".