SEÚL.- Los jefes de estado de Corea del Norte y Corea del Sur realizarán la segunda cumbre de su historia en las próximas semanas, anunció hoy la oficina del presidente surcoreano.
Se buscará que este encuentro sea una repetición del primero, que inició un proceso de reconciliación entre los dos antiguos enemigos y que se celebró en 2000.
El norcoreano Kim Jong Il y el surcoreano Roh Moo-hyun se reunirán del 28 al 30 de agosto en la capital norcoreana Pyongyang, dijo el asesor de seguridad de la presidencia Baek Jong-chun a los periodistas. En la reunión anterior, también en Pyongyang, participaron Kim y el entonces presidente surcoreano Kim Dae-jung.
Las dos Coreas permanecen técnicamente en guerra, desde que concluyó la Guerra de Corea de 1950 a 1953 con un armisticio, no con un tratado de paz, pero el encuentro de 2000 los llevó a iniciar proyectos de cooperación económica y reunificación de familiares que se vieron separadas por su frontera común, la más vigilada del mundo.
Kim Dae-jung ganó un Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para involucrar a Corea del Norte en su política conciliadora. Sin embargo, los logros de la primera cumbre se vieron manchados por revelaciones posteriores que indicaban que el gobierno sudcoreano hizo pagos secretos para garantizar el encuentro.
En la cumbre de 2000, el líder norcoreano Kim Jong Il recibió cálidamente a su colega sudcoreano en la pista de aterrizaje a su llegada a Pyongyang, lo que le dio una imagen humana al aislado líder norcoreano, afamado por sus uniformes y sus lentes de sol.
Kim Jong Il prometió en esa ocasión que pagaría la visita a Corea del Sur en una reunión cumbre, pero al parecer algunos temores de seguridad hicieron imposible su visita. Kim rara vez sale al exterior, y viaja por el país únicamente en tren.
La cumbre llega en un momento de mucho optimismo en la península, pues se negocia una fecha límite con el gobierno de Corea del Norte para que declare todos sus programas nucleares y desmantele esas instalaciones.
Roh ha dicho en varias ocasiones que se reunirá con Kim en cualquier momento y en cualquier lugar y que ha habido rumores persistentes en este año de que podría ser posible una cumbre entre las dos Coreas.
Sin embargo, la oposición conservadora criticó esos planes potenciales al calificarlos de ser una estrategia electoral en anticipo a los comicios presidenciales sudcoreanos de diciembre.
Roh deberá abandonar el cargo en febrero y ha visto derrumbarse su popularidad al percibirse que ha afectado el manejo de la economía y ha fracasado en sus políticas de seguridad.