Policía portuguesa asegura ahora que padres de Madeleine "no son sospechosos"

BRUSELAS.- Los padres de la niña británica Madeleine McCann, desaparecida hace casi cien días, no están bajo sospecha, cita hoy el diario británico "Daily Mirror" al portavoz de la policía portuguesa Olegario Sousa, contradiciendo así la versión de la prensa portuguesa.

"Esa es la posición oficial", añadió Sousa. La policía en Portugal, que en general prefirió la reserva en este caso, se vio obligada a hacer declaraciones tras las insistentes especulaciones aparecidas en los medios, asegura el "Daily Mirror".

Diarios portuguesas habían especulado previamente con la posibilidad de que Madeleine, de cuatro años, pudiera haber muerto por accidente o asesinato en el departamento turístico de sus padres en Praia da Luz, en el sur de Portugal, donde desapareció. La información daba a entender que los padres, Kate y Gerry McCann, podían, por lo tanto, ser sospechosos.

Ambos lo negaron el martes en una entrevista con la BBC. "No soy ingenuo", dijo el padre de Madeleine. "Pero la policía portuguesa nos aseguró en muchas ocasiones que sigue buscando a Madeleine con vida". Además, añadió, ambos cooperan totalmente con la policía y en ese sentido aceptan que tanto ellos como familiares suyos sean interrogados una y otra vez.

Las especulaciones sobre la vinculación de los padres fueron desatadas por el hallazgo de rastros en el apartamento, sobre los cuales en un principio se informó que eran huellas de sangre. Mientras tanto, la BBC modificó su primera versión, en la que aseguraba que se trataba de sangre, y ahora señala que esto aún debe ser demostrado.

Los rastros hallados con ayuda de perros rastreadores y luz ultravioleta están siendo analizados en un laboratorio especial en Birmingham. En el caso de que se confirme que es sangre, se intentará establecer su ADN y compararlo con el de Madeleine. Todo este proceso puede demorar varios días.

Mientras tanto, se determinó que Madeleine no estuvo en Bélgica. La supuesta presencia de la niña en un café de la ciudad de Tongeren, en el este de Bélgica, resultó una equivocación, informaron los diarios "Het Belang van Limburg" y "Gazet van Antwerpen".

Así lo demostraron las pruebas de ADN realizadas a la botella de refresco de la que bebía la niña que una testigo identificó como "Maddie" McCann. La policía belga difundió incluso un retrato robot de un sospechoso. Sin embargo, el ADN hallado no se corresponde con el de Madeleine.