NUEVA YORK.- Brooke Astor, filántropa y protagonista de la vida mundana y cultural neoyorquina, murió hoy en su hacienda de Holly Hill, en Briarcliff Manor, Nueva York, a la edad de 105 años.
Así lo informó Kennet E. Warner, abogado de su hijo Anthony Marshall, quien indicó que la dama de la alta sociedad murió víctima de una pulmonía.
Cuando Vincent Astor, su tercer marido, falleció, Brooke heredó parte de su patrimonio, una fortuna generada por su tatarabuelo, John Jacob Astor, gracias a la comercialización de pieles y propiedades inmobiliarias.
Brooke Astor, ya multimillonaria, había donado 195 millones de dólares a bibliotecas, museos e instituciones de beneficencia.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, la definió como "la quintaesencia del neoyorquino y uno de los grandes hitos de la filantropía contemporánea".
"Decenas de miles de neoyorquinos fueron los beneficiarios de la generosa voluntad y de la naturaleza gentil de la señora Astor, y muchos eran mal informados sobre el origen de las donaciones", dijo Bloomberg.
"Dio para Nueva York más que cualquier otra persona", declaró el ex alcalde de la metrópoli Abraham Beame.
Su hijo Anthony Marshall reveló que en su lápida serán escritas, como ella misma deseaba, las siguientes palabras: "Tuve una vida maravillosa".