LIMA.- El alcalde de la ciudad peruana de Pisco, Juan Mendoza Uribe, reportó hoy que cerca del 70 por ciento de esa localidad quedó destruida por el terremoto del miércoles y pidió ayuda del gobierno central para enfrentar la catástrofe.
"Tanto esfuerzo y nuestra ciudad está destruida", afirmó Mendoza Uribe en una entrevista con la radio limeña RPP, en la que no pudo contener las lágrimas.
Pisco, la ciudad de la que deriva el nombre de la famosa bebida alcohólica peruana, fue la más afectada por el terremoto de 7,9 grados de magnitud. La localidad, un puerto sobre el océano Pacífico, presentó en la madrugada de hoy un cuadro de desolación y muerte, con casas derrumbadas y cadáveres tirados en las calles.
Mendoza Uribe dijo que su ciudad requiere de médicos, medicinas, ambulancias, carpas y abrigos, pues lo disponible se agotó. También se trabaja en recuperar el fluido eléctrico, por lo que para el entretanto se necesitan grupos electrógenos.
Más de 300 personas perdieron la vida en el terremoto, que según el jefe de Sismología del Instituto Geofísico del Perú, Hernando Tavera, es el mayor registrado en el Perú en los últimos 50 años y uno de los peores del mundo desde 1990.
La mayoría de las víctimas se registran en las ciudades de Pisco e Ica, frente a cuyas costas se localizó el epicentro del sismo, que se produjo a las 18:41 horas (23:41 GMT).