SEUL.- Al menos 214 muertos y 80 desaparecidos es el balance provisional de las inundaciones que afectan a Corea del Norte, anunció la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), citando datos oficiales norcoreanos.
Su delegado en Pyongyang, Terje Lysholm, que el miércoles señaló que el país sufría las peores inundaciones de la última década, informó que la situación "ha mejorado" el jueves.
"Hoy no ha llovido y el nivel del río Taedong (que atraviesa la capital Pyongyang) ha decrecido", informó a AFP en conversación telefónica. Lysholm advirtió, sin embargo, del riesgo de epidemias causadas por las aguas estancadas.
Las fuertes lluvias han anegado campos de cosecha y hogares, han provocado cortes de energía y han destruido carreteras en la república comunista coreana.
Las inundaciones dejaron unos 300.000 damnificados, según los datos oficiales, y el 11% de la cosecha de arroz y maíz (unas 450.000 toneladas) se ha perdido en un país que necesita de la ayuda exterior para alimentar a su población. Muchas carreteras, incluyendo las que unen la capital Pyongyang con la ciudad de Wonsan, al este, están seriamente dañadas y hay zonas que han quedado incomunicadas. El ejército está tratando de restaurar las vías de comunicación, informó la agencia de noticias surcoreana, Yonhap.
Los cortes de energía eléctrica han afectado a los servicios de metro y autobús de la capital.Medios oficiales informaron de que más de 30.000 viviendas han sido destruidas, afectando a más de 63.300 familias, así como 800 edificios públicos y más de 540 puentes y tramos del ferrocarril, sobre todo en las dos provincias más afectadas de las seis que han padecido las tormentas: Hamgyong del Sur, en la costa este, y Kangwon, en la frontera con Corea del Sur.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon, que recibió el martes una petición oficial de ayuda por parte del gobierno de Pyongyang, ha encargado un informe para evaluar las necesidades de la población norcoreana.
Las inundaciones provocaron, a mediados de los años 90, una hambruna que, según las entidades humanitarias, causó la muerte de aproximadamente dos millones de personas.
Una década después, el país depende de la ayuda exterior para alimentar a sus 23 millones de habitantes.El Programa Mundial de Alimentación de la ONU sirve para alimentar regularmente a 750.000 norcoreanos, la mayoría niños y mujeres embarazadas. Este programa va a extenderse a 1,9 millones de personas el próximo mes.