PISCO.- El Presidente peruano Alan García arribó este jueves a la devastada ciudad de Pisco, destruida en más de un 70% por el fuerte terremoto de 7,9 grados en la escala Richter que afectó Perú la noche del miércoles.
García llegó en un avión militar a Pisco, 250 km al sur de Lima, y de inmediato recorrió a pie las calles repletas de escombros y de decenas de damnificados que se acercaban a pedirle ayuda.
"Presidente necesitamos ataúdes", le rogó un poblador cuando García se detuvo conmovido en la plaza principal donde más de una docena de cadáveres yacían sobre el pavimento acopiados en hilera, ante el colapso de la morgue.
Alan García indicó que habían enviado 150 cajones pero que había demora porque la única carretera que conecta Lima con Pisco fue bloqueada por los derrumbes.
"Yo no me voy de acá hasta solucionar sus problemas", dijo el Presidente dirigiéndose a los damnificados que insistían desesperados por ayuda.
Las telecomunicaciones, la energía eléctrica y el servicio de agua están fuera de servicio en las localidades de Ica, Chincha, Pisco y Cañete.