Las insólitas leyes que aún rigen en el mundo

SANTIAGO.- Viajar a la ciudad inglesa de York puede resultar fatal para un escocés, por lo menos para los que no saben que en ese lugar aún es legal matarlos... siempre que sea dentro de los límites de la ciudad y las víctimas lleven un arco y una flecha.

Insólito, pero cierto. Así por lo menos lo consigna The Times.com en un artículo donde resume una serie de "creativas" leyes que aún rigen en algunos lugares del mundo.

Según el recuento realizado por el medio británico, los británicos deben tener cuidado si encuentran una ballena muerta en una playa británica, porque según sus normas la cabeza le pertenece al Rey y la cola es para la Reina, “siempre y cuando necesite los huesos para su vestimenta”.

El decoro también es un tema para las leyes inglesas, porque un hombre que desee orinar en la vía publica, puede hacerlo pero la rueda de su auto debe tomar el lugar del inodoro y no debe olvidarse de poner la mano derecha sobre el techo.

Francia también tiene algo que decir en materia de leyes insólitas. Napoleón, una de sus grandes figuras históricas, puede descansar tranquilo porque su amada nación se preocupó de promulgar un decreto que lo protege: ningún chancho puede ser bautizado con su nombre.

Conductores responsables

Las mujeres de Bahrein también tienen protagonismo en el tema, porque una ley estipula que un ginecólogo sólo puede revisar su zona genital usando un espejo... pero puede tocarla sin problemas.

El Skateboard es un deporte que tiene una fuerte dosis de adrenalina y riesgo, sobre todo si deseas practicarlo en una comisaría del estado de Florida, donde según sus leyes podrías ser arrestado.

Las leyes del tránsito y la seguridad vial son un tema serio en Estados Unidos, por eso en Alabama se preocuparon, según consiga Times, de tener una regla que sanciona a quienes le venden los ojos a un conductor.

El cuidado de las mascotas también es un tema que preocupa en algunos lugares del mundo, por eso en Ohio decidieron prohibirle a cualquier persona que tuviera un pez borracho.

Las mujeres solteras que deseen tirarse en paracaídas en Florida deben pensarlo dos veces, porque serán arrestadas... pero sólo si saltan un domingo.