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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 13:09
KANDAHAR.- Quince personas murieron en el segundo ataque suicida en dos días en Kandahar, el bastión de los talibanes en el sur de Afganistán, que fue dirigido contra un convoy privado estadounidense, aunque la mayoría de las víctimas fueron civiles afganos.
"Once civiles y cuatro guardias de seguridad afganos murieron y 19 civiles y siete guardias resultaron heridos en el ataque suicida", anunció a la AFP el jefe de la policía provincial, Sayed Aqa Saqib.
El atentado tuvo lugar en una concurrida zona del oeste de la ciudad de Kandahar, cuando un convoy circulaba en dirección al distrito agrícola de Zehri (25 kilómetros al oeste), según la policía.
Es el segundo atentado suicida cometido en la ciudad en dos días, después del ataque que el viernes costó la vida al gobernador de Zehri (provincia de Kandahar) y tres de sus hijos.
Según los investigadores, un suicida empotró su coche contra un camión cargado de madera, que resultó incendiado.
El convoy, formado también por dos camiones frigoríficos, contaba con la escolta de dos vehículos de una empresa de seguridad privada estadounidense, USPI, dos de cuyos agentes resultaron heridos.
Trozos de metal del coche y pedazos del kamikaze estaban desparramados a 100 metros de la explosión, según un periodista de la AFP en el terreno.
Un minibús que circulaba en el otro sentido recibió de lleno la onda expansiva. De sus 14 ocupantes sólo sobrevivieron una mujer, su hija y el conductor, constató la AFP.
"La bomba era potente y destruyó el minibús y varios vehículos", dijo un policía. Muy cerca del lugar hay una mezquita. El muro que la rodea sufrió daños.
La zona bañada de sangre fue acordonada por la policía.
La fuerzas internacionales (ISAF) de la OTAN se limitaron a informar de que desplegaron efectivos para ayudar en la zona.
El viernes, el gobernador de Zehri, Jairudin, fue asesinado cuando salía de su casa en Kandahar por un kamikaze que se hizo volar repleto de explosivos. El gobernador estaba acompañado por cinco hijos, tres de los cuales murieron, y los otros dos resultaron heridos, según la policía.
Kandahar fue la cuna de los talibanes y una especie de capital de Afganistán durante los cinco años en los que éstos gobernaron el país, de 1996 al 2OO1.
Derrocados por la coalición liderada por Estados Unidos, desde entonces cometen frecuentes atentados en la región.
Los ataque suicidas aumentaron considerablemente las últimas semanas en Afganistán.
