VIENA.- Un año después de su evasión, la austríaca Natascha Kampusch sigue obsesionada con el hombre que la mantuvo secuestrada durante ocho años y medio en una casa de los alrededores de Viena, admitió la joven a la televisión pública de Austria ORF.
"Lo que él me hizo no se borra y resurge con regularidad. Intento adaptarme a ello y asumirlo en la medida de lo posible", dijo la joven, de 19 años, en su primera aparición mediática desde hace siete meses.
La entrevista, realizada a principios de agosto y difundida el lunes por la noche, tuvo lugar durante un viaje que la cadena ORF le ofreció a Natascha a Barcelona (España), donde pudo salir por los cafés de la ciudad y hacer vela.
Natascha fue secuestrada un día que se dirigía a la escuela en 1998, con diez años de edad, y permaneció cautiva en un cuarto subterráneo cavado por Wolfgang Priklopil, hasta que pudo escaparse el 23 de agosto de 2006.
Su secuestrador, un agente inmobiliario de 44 años, se suicidó a las pocas horas de la fuga de Natascha.
La joven siempre se ha reservado los detalles de los vínculos ambivalentes que mantuvo con su secuestrador durante esos largos años.
Sin embargo, nunca ha logrado deshacerse del recuerdo de Priklopil y sigue conservando, según su madre Brigitta Sirny, una foto de su féretro.
"Lo único que puedo decir, es que (Priklopil) me da cada vez más pena", dijo Natascha.
Aún hoy día "sigo sin saber cómo definir la amistad y necesitaré mucho tiempo para volver a confiar plenamente en alguien", añadió.
Hablando de su estado general, la joven dijo: "Estoy cada vez mejor, pero me asusto fácilmente y sigo teniendo problemas de tensión" debidos a la falta de atención médica y de ejercicio durante su secuestro.
Natascha, que se encuentra bajo un seguimiento psicológico intensivo, se esfuerza por llevar una vida normal pese a las secuelas y el acoso mediático.
La joven ingresará una cantidad de dinero no precisada por esa entrevista, cuyos derechos de emisión fueron vendidos por ORF a seis cadenas europeas. No obstante, la joven dice: "Aunque algunos quieran convertirme en una Paris Hilton, no es el caso".
En julio publicaron fotos suyas en una discoteca y su abogado presentó una demanda por atentado contra la intimidad.
Natascha Kampusch vive en un apartamento del centro de Viena y recibe clases individuales para poder reintegrarse al sistema educativo. Además, aprende tiro con arco y tiene en mente la creación de una fundación de ayuda a las mujeres maltratadas.