MADRID.- Un tiburón de dos metros de largo que había frecuentado las playas de la localidad catalana de Tarragona y que fue capturado por unos biólogos, falleció el miércoles dos días después de ser llevado al Acuario de Barcelona.
Los biólogos dijeron que no esperaban que sobreviviera la hembra de tiburón arenero, porque había dejado de nadar tras ser llevada al acuario el lunes y era mantenida con vida gracias a la ayuda que le daban constantemente los buzos.
Al escualo le será practicada una autopsia para determinar la causa de la muerte, dijo el acuario en una declaración.
Los biólogos capturaron el ejemplar de 90 kilos el lunes en la orilla de la playa Milagro de la provincia nororiental de Tarragona.
Los biólogos descubrieron que la aleta dorsal del tiburón fue perforada por un arpón, además de padecer otros problemas internos quizá por nadar en aguas poco profundas o por haber tragado algún objeto, dijo Patrici Bulto, el biólogo jefe del acuario.
El tiburón dejó de nadar, por lo que era movido constantemente por los buzos para mantenerlo vivo, porque los escualos necesitan nadar constantemente a fin de pasar agua por sus agallas y poder respirar.
El tiburón fue visto por primera vez a principios de la semana pasada en la playa, lo que obligó a las autoridades a clausurarla.
Los turistas comenzaron a retratarlo en sus apariciones diarias y la policía multó a varios de ellos que se aventuraron en el agua para jugar con él.