SAO PAULO.- Al menos 25 reclusos murieron hoy en una cárcel provincial cuando un grupo de ellos, en un aparente choque con una banda rival, inició un incendio, dijo la policía.
El incidente se produjo en una cárcel del poblado de Ponte Nova, en el estado de Minas Gerais, en el sureste del país, indicaron las autoridades.
"Los primeros informes son sobre bandas rivales, prendieron a unos presos en una celda, quemaron los colchones y murieron quemados", informó la subteniente Andrea Mara Lopes, de la oficina de prensa de la policía militar de Minas Gerais.
Las autoridades extinguieron el incendio antes del amanecer, y reunieron al resto de los presos mientras intentaban identificar a las víctimas y a los responsables.
Las condiciones carcelarias de Brasil son intensamente criticadas debido al nivel de hacinamiento y la falta de clasificación entre los distintos internos, estando en una misma celda reincidentes y pequeños maleantes. La prisión de Ponte Nova tiene una capacidad de 87 reclusos, pero albergaba al menos a 187, de acuerdo con el sitio de la internet del diario Estado de Minas.
El incendio sucedió dos días después de que el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunciara que Brasil invertirá cerca de 3.300 millones de dólares en los próximos cinco años para construir nuevas cárceles y alentar programas sociales, con el fin de reducir la violencia carcelaria.
El Ministerio de Justicia planea edificar 160 prisiones, conceder becas de estudio a agentes policiales, y expandir los programas sociales en las áreas pobres donde la criminalidad se ha incrementado, como por ejemplo Sao Paulo y Río de Janeiro.
La iniciativa también se focalizará en combatir la corrupción y otras fuentes del crimen, pero no aumentará la cantidad de 575.000 agentes policiales que se encuentran emplazados en las calles del país más grande de América Latina, ni modernizará sus equipos.
La meta del plan es recortar la tasa de homicidios de su nivel actual de 29 por cada 100.000 residentes, a 11 por cada 100.000, antes del año 2012.
Cada cárcel nueva tendrá lugar para 400 reos, y se ofrecerán oportunidades educativas para algunos de los 420.000 presos de todo el país.
El ministro de Justicia, Tarso Genro, dijo que el plan tendrá un impacto positivo en un período de tres a cinco años.
Una poderosa pandilla de presos lanzó una serie de ataques en mayo de 2006 en las calles de Sao Paulo y dentro de las prisiones, desencadenando una semana de violencia.
En un principio el grupo apuntó a la policía y atacó a tiros a sus agentes en las calles, comisarías y en sus casas: 41 agentes de seguridad murieron.
En total, fallecieron cerca de 200 personas, entre ellas guardias de cárceles, presuntos criminales, presos y transeúntes.
Otras seis personas murieron en una serie de ataques de julio de 2006. Algunos activistas de derechos humanos alegaron que policías que buscaban vengarse mataron a personas inocentes.