RÍO DE JANEIRO.- Un grupo de científicos brasileños intentará reintroducir en los ríos de la Amazonia el manatí, un gran mamífero herbívoro acuático, amenazado de extinción.
"Es la primera vez en 34 años que nos organizamos para reintroducir el manatí amazónico (Trichechus inunguis) en su hábitat", dijo Vera da Silva, del Instituto nacional de investigaciones de la Amazonia (Inpa), en el origen del proyecto.
Especie protegida, este gran mamífero endémico de la Amazonia es cada vez más raro en la región, pero todavía es cazado por las poblaciones ribereñas. Los bebés son capturados para atraer a sus madres, que son entonces abatidas para ser consumidas.
Tras la captura de la madre, los pequeños son abandonados por los cazadores. Los más afortunados son recogidos por el Inpa y colocados en gigantescas piletas.
"En febrero, cuando comience la temporada de lluvias y los ríos suban, dos manatíes machos munidos de un collar con transmisores de radio, serán liberados en forma experimental en el Rio Cuieiras, un afluente del Rio Negro", indicó Silva.
Se eligieron machos para favorecer la reproducción. Mientras que una hembra queda preñada cada dos años y tiene solo una cría por vez, los machos pueden copular con varias hembras lo que aumentaría la población de manatíes.
Según Silva, es "muy importante" reintroducir el manatí en su hábitat ya que, junto con la tortuga y el carpincho -también amenazados de extinción en la región- son los únicos animales "capaces de transformar en abono la biomasa verde que flota en los ríos amazónicos, de la cual depende toda la cadena productiva acuática".
Esta experiencia, en colaboración con el Instituto de investigación ecológica, una ONG brasileña, servirá también para conocer mejor la especie.
"Observaremos sus desplazamientos en época de crecida y de sequía, sus migraciones y los lugares donde buscan esencialmente sus alimentos", indicó la científica del Inpa, donde actualmente viven 36 manatíes en cautiverio.
"Queremos liberar a la mitad. Algunos son todavía demasiado jóvenes y otros, en cautiverio desde hace 30 años, no serían capaces de vivir en libertad", explicó Da Silva.
Elevado costo
Mantener a los manatíes en cautiverio cuesta caro. Cada animal consume de 8 a 10% de su peso en alimentos (plantas, vegetales, frutas). Un manatí adulto pesa entre 350 y 400 kilos y vive de 40 a 50 años, según estimaciones.
"Este año el Inpa gastó unos 25.000 dólares en alimentos, es muy caro, pese a que muchas organizaciones (entre las cuales una inglesa) respaldan el proyecto", indicó la científica.
El proyecto piloto de reintroducción es acompañado de una campaña de educación a la población sobre la importancia de este mamífero para el medio ambiente. "Muchos ribereños no conocen el manatí más que en su menú", lamentó la científica.
La captura de este mamífero, que puede estar hasta 20 minutos bajo el agua sin
respirar, es particularmente cruel. El animal -difícilmente visible dentro del agua- es vulnerable cuando saca el hocico para respirar. Los cazadores aprovechan ese momento para hundirle tapones en las narinas y asfixiarlo.