LONDRES.- La esposa de Carlos de Inglaterra y duquesa de Cornualles ha defendido su presencia, el próximo viernes, en un servicio religioso en memoria de la princesa Diana de Gales.
En una carta dirigida a un miembro del público que le había preguntado cómo justificaba esa presencia y escrita en su nombre por su secretaria personal, Camila explica que los hijos de Diana, los príncipes Enrique y Guillermo, se lo pidieron personalmente.
La carta, reproducida hoy por el diario Daily Mail, muestra, según el periódico, que la sucesora de Diana al lado del heredero del trono estaba preocupada por la animadversión de muchos británicos, que no aceptan su asistencia al acto.
El servicio religioso, que se celebrará en la Guards Chapel (Capilla de la Guardia) de la capital británica, marcará el décimo aniversario de la muerte de la princesa en un accidente de tráfico en París junto a su último acompañante, Dodi Al Fayed, hijo del propietario de los almacenes Harrods, de Londres.
La autora de la carta a Camila es una abuela británica llamada Margaret Funnell, vecina de Brighton, sur de Inglaterra, cofundadora del "Diana Circle UK", grupo que trata de mantener vivo el recuerdo de la popular princesa.
"Encuentro reprobable que Camila Parker Bowles, la mujer que causó tanto dolor a Diana en su vida tan breve, asista al servicio en su memoria", critica Funnell en alusión a las pasadas relaciones adúlteras de la hoy esposa de Carlos de Inglaterra.
Según el "Daily Mail", el príncipe Guillermo, de 25 años, primogénito de Diana y Carlos y como tal segundo en la línea de sucesión al trono, ha confesado a sus amigos que no culpa a su madrastra del divorcio de sus padres.
La separación de Carlos y Diana se debió, según el joven príncipe, a diferencias fundamentales entre la pareja unidas a la "insoportable" presión de los medios de comunicación, que pusieron a prueba esa relación.
Guillermo, que se ha encargado de organizar personalmente, junto a su hermano, Enrique, el servicio en recuerdo de Diana, está contento de que asista Camila y ha confesado en cambio a sus amigos, según el diario, su profunda frustración por la polémica surgida en torno a la lista de invitados.
