LONDRES.- El primer ministro británico, Gordon Brown, afirmó hoy que las tropas de Gran Bretaña "aún tienen un trabajo importante que hacer" en Irak.Brown afirmó en una carta dirigida al líder de los Liberales Democráticos, Menzies Campbell, que los militares británicos "aún tienen obligaciones que cumplir" en el país árabe.
El jefe del gobierno se negó a establecer un cronograma de salida militar, ya que dijo pondrá en peligro los esfuerzos de las tropas en suelo iraquí.
Por su parte, Campbell afirmó que el número de muertos en Irak y Afganistán es "inaceptable".
Mientras, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas británicas, el general Richard Dannatt, apoyó la postura de Brown en comentarios realizados en junio, pero que sólo ahora salieron a la luz pública.
En esa ponencia, Dannatt dijo que las tropas británicas deben prepararse para una "generación de conflicto" y seguir trabajando para alcanzar "algún tipo de éxito" en Irak.
De la misma forma, Brown subrayó que es "incorrecto" decir que la presencia continua de las tropas británicas en Irak "logrará muy poco o ve restringidas seriamente sus posibilidades de acción".
"Las fuerzas británicas en Basora continúan teniendo la capacidad de atacar a las milicias y proveer de una seguridad general", sostuvo el primer ministro.
"Ellas continuarán trabajando con las autoridades iraquíes y con las fuerzas de seguridad locales, hasta llegar al punto en que ambas puedan asumir la responsabilidad plena en por la seguridad", agregó.
Brown subrayó que está "determinado" que la misión de Gran Bretaña en Irak "se base en el cumplimiento de las obligaciones con el gobierno iraquí y con Naciones Unidas".
En ese sentido, aclaró que establecer un cronograma de salida de las tropas "pondrá en peligro" esas obligaciones, "como también perjudicará las tareas de nuestras fuerzas armadas e incrementará los peligros que ellas enfrentan".
En la respuesta a Campbell, Brown destacó que las decisiones militares en el terreno serán tomadas "en base a consejos de nuestros militares y expertos, tomando en plena consideración la seguridad de nuestras fuerzas armadas".
"No haré nada que ponga en peligro la habilidad de nuestras fuerzas armadas, que han hecho y están haciendo una tarea magnífica para cumplir con sus objetivos", añadió.
Gran Bretaña, que había enviado 18.000 tropas a Irak durante la invasión de marzo de 2003, cuenta en la actualidad con 5.500 soldados, principalmente desplegados en la provincia de Basora.
Sin embargo, Estados Unidos advirtió que ese número es demasiado bajo, y ahora podría poner en peligro la estabilidad de la región.
La semana pasada, el consejero del Pentágono el general Jack Keane expresó "frustración" con las fuerzas británicas, que dijo se concentran sólo en entrenar a las tropas iraquíes en lugar de controlar la "deteriorada" seguridad en Basora.
Por su parte, Campbell dijo que la posición de Brown en Irak no difiere de la de su predecesor Tony Blair.
"La carta del primer ministro simplemente reitera la línea del gobierno y podría haber sido escrita por su predecesor", dijo el líder de los "lib-dems".
"Pero la realidad en el terreno y las opiniones de altos funcionarios militares desestiman el análisis de Brown", agregó.
Según Campbell, el debate sobre Irak "no se apagará", especialmente "debido a que las elecciones presidenciales norteamericanas pondrán a Irak en el centro de las políticas de Estados Unidos".
Brown defendió además las políticas británicas en el sur de Afganistán, donde el reciente número de soldados caídos ha sido el mayor desde la Segunda Guerra Mundial.
El premier admitió que las operaciones en ese país "son dura, peligrosas y difíciles", pero reiteró que defenderá "la integridad, valentía e inteligencia de los comandantes británicos para llevar a cabo la estrategia que han desarrollado".
"La comunidad internacional está unida en su deseo de prevenir que Afganistán se convierta, una vez más, en un estado que ha fallado", concluyó.