RICHMOND.- La Universidad Virginia Tech no prestó la debida atención a un estudiante con problemas mentales, y esperó demasiado tiempo para alertar a los profesores y estudiantes después que el alumno mató a tiros a sus dos primeras víctimas, en un ataque en el que posteriormente fallecieron otras 31 personas, de acuerdo con el informe de un panel investigador.
Si las autoridades de la universidad no hubiesen esperado más de dos horas para avisar en el complejo sobre el tiroteo inicial, podría haberse salvado vidas cuando Seung-Hui Cho comenzó después con su masacre dentro de un aula, indicó el reporte, difundido anoche.
"Alertar a los estudiantes, a los profesores y al personal podría haber contribuido" a salvar vidas, indicó el panel. "Mientras más temprana y clara sea el alerta, existen más posibilidades de que una persona pueda sobrevivir", agregó.
Pero el reporte concluyó que si bien las alertas rápidas podrían haber ayudado a los estudiantes y profesores, no habría sido factible cerrar herméticamente los 131 edificios del complejo.
Aunque el primer mensaje que envió la universidad podría haber sido al menos una hora antes y más específico, probablemente Cho hubiese encontrado más personas para matar, indicó el reporte.
"Éste no pareciera ser un escenario creíble de la respuesta de una universidad a un doble homicidio que podría haber evitado una tragedia de una magnitud considerable el 16 de abril", según el informe. "Cho había comenzado una misión de cumplir con una fantasía de venganza".
El panel de ocho miembros, designado por el gobernador Timothy M. Kaine, pasó cuatro meses investigando la peor matanza a tiros en la historia moderna de Estados Unidos.
El director del panel, Gerald Massengill, se negó a efectuar declaraciones.
Kaine expresó antes que el informe no lo llevaba a concluir que el presidente de la Universidad Virginia Tech, Charles Steger, o el jefe policial del complejo, Wendell Flinchum, debieran renunciar.
El centro de asesoría de la universidad no le ofreció a Cho el apoyo que necesitaba, a pesar de que sabía de sus problemas mentales, dijo el panel. Responsabilizó por ello a la falta de recursos, la mala interpretación de las leyes de privacidad y a la pasividad.