SAN LUCA.- La policía italiana arrestó hoy en la localidad de San Luca, a 32 presuntos mafiosos y buscaba a otros ocho delincuentes en un caso vinculado a un mortal enfrentamiento entre "gánsters" en Alemania, en el que murieron seis italianos.
Respaldada con helicópteros, la policía realizó una incursión en la aldea italiana de San Luca.
El lugar está situado en la región de Calabria, al sur del país, que por 16 años ha sido centro de disputas de una organización llamada los 'Ndrangheta, en las que han muerto hasta un máximo de 20 personas.
Las últimas seis víctimas fatales perecieron en medio de los tiroteos ocurridos el 15 de agosto en las afueras de una pizzería en Duisburg, al noroeste de Alemania, donde se piensa que los 'Ndrangheta están bien establecidos.
Entre los detenidos se encontraba Giovanni Nirta, supuesto líder de un grupo mafioso cuya esposa murió a balazos la Navidad pasada. Nirta niega las acusaciones de que ordenó las muertes en Duisburg porque buscaba cobrar venganza.
Achille Marmo y Giovanni Strangio, hermanos de dos de las víctimas de Duisburg, también fueron detenidos durante la incursión dentro y en los alrededores de San Luca.
Strangio era uno de los dueños de la pizzería donde murieron los seis hombres, indicó la policía.
"Las familias que están peleando en Calabria son las mismas que se enfrentaron en Alemania", dijo el coronel de la policía, Antonio Fiano.
Sin embargo, la policía se rehusó a vincular directamente a los sospechosos con los asesinatos en Alemania y dijo que su investigación abordaba una disputa mayor entre mafiosos que llevó a las muertes.
Los sospechosos enfrentan cargos que incluyen asociación mafiosa, asesinato y tráfico de armas.
"Es una respuesta fuerte y necesaria para terminar con la disputa mafiosa entre los clanes enemigos de los 'Ndrangheta, que ha causado demasiado terror", afirmó el ministro del Interior, Giuliano Amato.
Anteriormente, las autoridades señalaron que 40 personas habían sido arrestadas, pero más tarde redujeron el número al aclarar que faltaban otros ocho sospechosos.
Los agentes policiales buscaron en búnkers subterráneos luego de encontrar a tres sospechosos escondidos en un anexo secreto de un sótano del grupo mafioso.
La pared que daba al escondite de los "gánsters" podía abrirse por control remoto.