BOGOTÁ.- El mismo ataque en el que las fuerzas militares anunciaron haber matado a un importante comandante guerrillero, supuso también la destrucción de un reducto desde el que las FARC ponían en marcha operaciones bélicas, de tráfico de armas y drogas, indicó el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos.
Al sitio atacado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "le decían 'el bunker', son campamentos que están muy metidos en la selva" y sobre la base de lo que encontramos ahí después de la ofensiva, se considera que era un lugar de importancia, dijo hoy el ministro en una entrevista con radio Caracol.
La acción militar se inició con un bombardeo el sábado en la madrugada contra el campamento guerrillero ubicado en la rivera del río Guaviare, a unos 500 kilómetros al sudeste de Bogotá.
Medio día después hicieron una incursión con tropas transportadas en helicóptero que recuperaron 14 cadáveres de supuestos insurgentes -que hoy eran sometidos a autopsias en la morgue de Villavicencio, a 75 kilómetros al suroeste de Bogotá-- y evidencias que muestran la importancia del reducto.
Santos sostiene que pese a no haber recuperado el cadáver, en el bombardeo murió el comandante Tomás Medina Caracas, más conocido como "El Negro Acacio", a quien consideran el "cerebro detrás de la reingeniería que hicieron las FARC al meterse al narcotráfico (...) para tener más poder de reclutamiento, munición y poder bélico".
"El fortalecimiento de las FARC fue en buena medida producto de la destreza y astucia de este individuo", agregó.
Entre los "indicios" que descubrieron están 14 pistolas, las cuales "dentro de la forma que operan las FARC, sólo las usan personas de cierto rango para arriba", así como "otro aparato más sofisticado que solamente usan los cabecillas, que son los famosos georeferenciadores GPS y encontramos cuatro".
"Le sé decir que el golpe fue contundente esto para la estructura logística de las FARC", agregó Santos.
Esta guerrilla izquierdista es la más poderosa que opera en Colombia desde hace 43 años tratando de tomarse el poder.
Medina Caracas, que también era identificado con los apellidos Molina Caracas, es uno de los comandantes de mayor jerarquía muerto por tropas oficiales y ocupaba un cargo de suma importancia para las FARC pues, según las autoridades, dirigía un frente que aporta importantes recursos provenientes del narcotráfico a esa organización y canjeaba drogas por armas.