NUEVA YORK.- Miles de taxistas iniciaron este miércoles en Nueva York una huelga de 48 horas contra la instalación en sus vehículos de navegadores satelitales GPS que rastrearán sus movimientos.
"Dejen sus taxis en casa o en el garage. Que no haya taxis amarillos en las calles ni en los aeropuertos", dijo en un mensaje a los choferes Bhairavi Desai, directora ejecutiva de la Taxi Workers Alliance, que representa a unos 10.000 taxistas.
Desai se abstuvo por la mañana de suministrar cifras sobre la cantidad de huelguistas, pero la falta de taxis era netamente visible en las calles de Manhattan.
La circulación fue más fluida que de costumbre. Fue obviamente difícil conseguir un taxi y los remises estaban saturados de pedidos.
Sin embargo, muchos taxis amarillos que circulaban con pasajeros tenían la señal de libre encendida, en aplicación del plan lanzado contra la huelga por el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg.
El plan autorizó excepcionalmente los taxis colectivos: los choferes tomaron varios pasajeros si éstos estaban de acuerdo, cobrándoles una tarifa fija establecida por zonas.
A partir del 1 de octubre, conforme a disposiciones municipales, los 13.000 taxímetros de la ciudad deberán estar equipados con sistemas satelitales GPS que permiten determinar la ubicación exacta de cada vehículo.
Tendrán además sistemas que permitirán a los pasajeros pagar el viaje con tarjeta de crédito, buscar direcciones de un restaurante o leer las noticias.
Los choferes invocan una "invasión de privacidad" para oponerse a la medida, ya que podrán ser rastreados incluso en sus horas libres, pero otros opinan que quieren evitar un control fiscal más estricto de sus ganancias.
La última huelga de taxis en Nueva York fue en 1998, cuando suspendieron por 24 horas su labor para protestar contra un incremento de las multas aplicadas contra los trabajadores del volante.