WASHINGTON.- Un nuevo estudio da una posible explicación de por qué el cáncer de mama es más mortífero entre las mujeres de raza negra: son más propensas a tener tumores que no responden a los tratamientos a base de hormonas que podrían ayudar a otras pacientes.
El estudio es el mayor realizado que liga un factor biológico con la disparidad racial, además de factores como que las negras suelen practicarse menos mamografías y reciben tratamientos menos integrales.
"Esto nos da una idea de la importancia de los factores biológicos", dijo la doctora Julie Gralow, oncóloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. "No se trata solamente del acceso a los cuidados médicos, el acceso al tratamiento y otros factores implicados en el pasado".
El estudio fue encabezado por la doctora M. Catherine, del Centro General del Cáncer de la Universidad de Michigan y que será presentado mañana en una conferencia en San Francisco, organizada por la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica y otros grupos oncológicos.
El cáncer de mama es el más común entre las estadounidenses. Unos 178.480 casos nuevos y 40.460 muertes ocurrirán este año en Estados Unidos.
Las negras tienen menos tendencia que las blancas a sufrir el cáncer de mama, pero mueren con mayor frecuencia por su causa, según saben desde hace tiempo los médicos. Las negras son además diagnosticadas a una edad más temprana que las blancas y con estados más avanzados de la dolencia.
Los investigadores utilizaron por primera vez las estadísticas del Banco Nacional de Datos del Cáncer, mantenido por el Colegio Estadounidense de Cirujanos, utilizando más de 170.000 casos diagnosticados en 1998. El 10% eran de negras.
El estudio estuvo centrado en 95.500 mujeres cuyos cánceres se extendieron en lugar de quedar confinados al conducto lácteo. El 39% de dichos tumores en las negras fueron receptores-negativos de estrógeno, o ER-negativo, frente al 22% de las blancas.
El estrógeno ayuda al crecimiento de los tumores. Los fármacos que bloquean dicha hormona, como el tamoxifen y un espectro nuevo de medicinas llamadas inhibidores de aromatase, combaten ese tipo de cáncer.
Los tumores ER-negativos son resistentes a dichas terapias y más difíciles de tratar. Otros remedios como la quimioterapia, radiación y fármacos específicos son en estos casos más importantes para dichas pacientes, y los médicos deberían considerarlos cuando evalúan a las negras que padecen esta enfermedad, dijo Lee.
En el estudio, los tumores ER-negativos fueron más prevalecientes en las negras en todos los estados de la enfermedad y en todas las edades de las pacientes.