MANILA.- La presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, aprobó hoy la propuesta de una nueva ley de amnistía que buscará la reinserción social de rebeldes comunistas arrepentidos del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP).
Arroyo dio su visto bueno a la medida antes de viajar a la ciudad australiana de Sidney, donde asistirá el fin de semana a la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, informó hoy el diario “The Philippine Daily Inquirer".
El programa se dirige a ex miembros del Partido Comunista de Filipinas (PCF), a su brazo armado, el NEP, a otros grupos rebeldes de ideología marxista y a la organización paraguas que acoge a todos ellos, el Frente Democrático Macional.
También cubrirá a aquellas personas que no militan en ningún grupo pero han cometido crímenes con motivación política, según Jesús Dureza, representante del Ejecutivo en las negociaciones de paz con los movimientos armados.
El proyecto estará dotado con unos 500 millones de pesos (casi diez millones de dólares) en financiación para lograr la "integración social” y poner así fin a casi 40 años de insurgencia comunista.
Ha sido remitido al Senado y al Congreso, y entrará en vigor cuando obtenga la aprobación de ambas cámaras.
Las fuerzas de seguridad filipinas llevan desde la semana pasada en estado de máxima alerta por posibles represalias de los rebeldes tras la detención en Holanda de José María Sisón, fundador y líder histórico del PCF.
Sison, de 68 años y residente en el país europeo desde 1988, fue arrestado en relación con el asesinato de dos personas en supuestas purgas políticas de los comunistas en Filipinas.
No está claro si él y otros dirigentes rebeldes podrían acogerse al plan de amnistía.
El NEP, brazo armado del PCF, cuenta con unos 7.200 combatientes y lleva cuatro décadas alzado contra el Ejército en un conflicto que se cobra vidas casi a diario.