BAGDAD.- El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, dijo hoy ante el Parlamento que el Ejército nacional no está todavía preparado para asumir la seguridad en las 15 provincias del país.
Pese a ello, el primer ministro iraquí también aseguró que la violencia ha bajado en un 75 por ciento en los ocho últimos meses, mientras que un gran número de familias desplazadas han vuelto a sus hogares.
"La violencia en el país ha caído en un 75 por cien desde la entrada en vigor del plan "Aplicamos la Ley” el pasado febrero (...) Sin embargo, necesitamos un mayor esfuerzo para permitir que nuestras fuerzas armadas asuman las responsabilidades de seguridad".
Maliki recordó que "las fuerzas de la coalición nos ayudan a combatir al terrorismo", en respuesta a todos los que, tanto suníes como chiíes, critican la presencia de las tropas estadounidenses y sus aliados de la coalición multinacional.
El plan "Aplicamos la Ley" comenzó el 14 de febrero como una estrategia para erradicar la violencia sectaria, verdadero cáncer del país. Este plan se aplicó primero en Bagdad y luego fue trasladado a otras provincias azotadas por la violencia.
Paralelamente, el Gobierno iraquí ha ido asumiendo progresivamente las responsabilidades de seguridad en algunas provincias iraquíes en las que ya no opera la fuerza multinacional, pero esto no ha sucedido más que en seis de las 18 provincias, todas ellas en el sur.
Las más conflictivas, como Bagdad, Al Anbar, Diyala o Salahedín siguen contando con una importante presencia de tropas extranjeras.
El primer ministro ofreció además cifras de los logros obtenidos por el plan de seguridad, aplicado conjuntamente por tropas iraquíes y estadounidenses: 652 insurgentes muertos y 5.942 arrestados, de los que la mitad fueron liberados tras ser interrogados.