KABUL.- Los talibanes están listos para discutir con el gobierno afgano, afirmó hoy un portavoz de los integristas, al día siguiente de una oferta de diálogo del Presidente Hamid Karzai.
"Por el bien y los intereses de la nación (...) estamos listos para conversaciones con el gobierno", declaró Yusuf Ahmadi, portavoz de los talibanes.
Es la primera vez que los talibanes se muestran dispuestos a negociar con Harzai, el hombre que les sucedió en el poder después de la intervención de una coalición internacional liderada por Estados Unidos que expulsó del poder a los islamistas en 2001.
Ahmadi propuso que las negociaciones tengan lugar con representantes del gobierno, siguiendo como modelo las conversaciones entre los talibanes y una delegación de Seúl para negociar la liberación de 19 rehenes surcoreanos secuestrados por los talibanes durante seis semanas.
"En el momento en el que el gobierno solicite formalmente el diálogo, nosotros estaremos preparados", indicó el portavoz, aunque indicó que impondrán algunas condiciones que no especificó.
El Presidente Karzai se declaró nuevamente dispuesto el pasado domingo a negociar con los talibanes el fin a su sangrienta insurrección.
"La paz no puede lograrse sin negociaciones. Cualquier afgano dispuesto a venir a este país para ayudar a Afganistán en la paz, la estabilidad y el desarrollo es bienvenido", declaró el Jefe de Estado.
Sin embargo, el portavoz talibán mostró sus dudas respecto a la sinceridad de Karzai. "Sabemos que el gobierno, mientras trate a los talibanes como terroristas, no negociará", aseguró.
Interrogado sobre la respuesta de los talibanes, el portavoz presidencial, Homayun Hamidzada, declaró que "las puertas del gobierno están abiertas para todos aquellos que acepten obedecer la constitución y las leyes del país".
La oferta de diálogo lanzada ayer por Karzai afecta igualmente al dirigente fundamentalista del Hezb-i islami (HIG), Gulbuddin Hekmatyar, que también lucha contra el gobierno afgano, pero no está aliado con los talibanes.
El portavoz del HIG, Mohammad Haroon Zarghoon, respondió que la posición del movimiento no había cambiado: ninguna negociación sin la salida previa de los 50.000 soldados extranjeros que apoyan el gobierno.
