MIAMI.- O.J. Simpson volvió a pisar territorio conocido esta madrugada, no sólo por regresar al estado de Florida, sino por ser el foco de atención de los medios con un caso de robo que podría ponerlo tras las rejas de por vida.
En el aeropuerto de Fort Lauderdale-Hollywood, se negó a responder preguntas de la prensa sobre el caso, aunque su novia Christine Prody sí lo hizo: "Él está bien", dijo.
El ex astro de la NFL partió en una camioneta, seguido de un pelotón de camarógrafos y reporteros. Horas después no había regresado a su casa en un suburbio de Miami, donde periodistas y un helicóptero de televisión perturbaron la quietud normal del vecindario.
La policía alega que el futbolista encabezó un atraco armado contra coleccionistas de artículos deportivos de interés. Simpson ha insistido en que simplemente reclamaba objetos que le habían robado a él.
Expertos legales dicen que el caso de la fiscalía podría verse empañado con asuntos que incluyen quién era el propietario legítimo de los artículos y la reputación de testigos en el a veces poco honrado mundo del comercio de objetos de colección.
En su comparecencia de ayer, Simpson frunció el ceño mientras el juez leyó la lista de cargos en su contra. Atrás quedó la ligera sonrisa que ofreció al momento de su arresto.
Respondió con voz baja y ronca, y asintió cuando el magistrado Joe Bonaventure Jr. dispuso las restricciones para su liberación, que incluyeron entregarle el pasaporte a su abogado y no tener ninguna clase de contacto con los coacusados o potenciales testigos.
Simpson no presentó ninguna petición. Su abogado, Yale Galanter, dijo después de la audiencia que la fianza de 125.000 dólares era razonable.
Mientras Simpson se disponía a viajar a Miami, la aerolínea US Airways vació un avión para que pudiera abordar primero con Galanter y Prody.
Simpson se sentó junto al pasillo en la sección de clase económica. Los pasajeros lo fotografiaron con sus cámaras y teléfonos celulares. El asintió y sonrió.
Con su abogado del otro lado del pasillo y su novia detrás, Simpson durmió desde Las Vegas hasta el sur de Florida. Cuando el avión aterrizó, abrazó a Galanter.
Simpson, de 60 años, no había vuelto a su casa a las 2 a.m., horas después de que las autoridades arrestaron a un quinto sospechoso en el caso.
El astro del fútbol estadounidense fue arrestado el domingo luego de que un coleccionista reportó que un grupo de hombres armados irrumpieron en su cuarto de hotel en el casino Palace Station y se llevaron varios objetos que Simpson dijo le pertenecían. Está acusado 10 cargos que incluyen secuestro, robo a mano armada, asalto a mano armada, asociación ilícita para cometer un secuestro, asociación ilícita para cometer un robo y asociación ilícita para cometer un crimen.
Otros cuatro hombres han sido arrestados y enfrentan cargos similares.
Charles Howard Cashmore, de 40 años, se entregó ayer a las autoridades y comparecería en un tribunal esta mañana. Cashmore compró los artículos que se cree fueron robados, dijo la policía sin entrar en detalles.
Las autoridades alegan que los hombres fueron a la habitación el 13 de septiembre con el pretexto de llegar a un acuerdo con dos coleccionistas, Alfred Beardsley y Bruce Fromong. La reunión la arregló el comerciante Tom Riccio.
Según reportes policiales, se les ordenó a los coleccionistas, a punta de pistola, que entregaran varios objetos valuados en unos 100.000 dólares, que incluyen pelotas de fútbol autografiadas por Simpson, litografías de Joe Montana, pelotas de béisbol autografiadas por Pete Rose y Duke Snider, y premios y placas enmarcados.
Beardsley le dijo a la policía que esperaba ganar 35.000 dólares con la venta en su reunión con un "cliente" al que nunca había conocido. En su lugar, declaró, uno de los hombres con Simpson blandió una pistola, lo registró y actuó como si fuera un policía, mientras otro le apuntaba con un arma a Fromong.
Las autoridades dijeron que Beardsley, de Burbank, California, fue puesto en libertad condicional en marzo de 2006 tras pasar 11 meses en prisión por acosar a una mujer en el condado de Riverside.
Fue arrestado en su cuarto del hotel Luxor el miércoles por violar su libertad condicional. Un vocero de correccionales en California dijo que Beardsley necesitaba autorización escrita para viajar más de 80 kilómetros de casa o abandonar su hogar por más de 24 horas.
Beardsley permanecía detenido sin derecho a fianza y hoy tendría una audiencia de extradición.
Riccio también tiene antecedentes delictivos, incluyendo robo a gran escala en Florida en 1984, cuando recibió tres años de libertad vigilada, e incendio provocado en 1995, en California, por el que fue sentenciado a dos años de cárcel.
Riccio, quien grabó la confrontación en Las Vegas después publicada por el sitio web TMZ, aseguró que no le preocupa cómo su pasado pueda afectar su credibilidad "porque todo está en la cinta. Por eso hice la cinta".
Otros dos acusados, Walter Alexander, de 46 años, y Clarence Stewart, de 53, fueron arrestados y liberados mientras esperaban comparecer ante un juez.
Stewart devolvió algunos de los artículos desaparecidos y Alexander acordó cooperar con la fiscalía, dijeron las autoridades. El sospechoso Michael McClinton, de 49 años, de Las Vegas, se entregó a la policía el martes.