SYDNEY.- La niña de tres años abandonada por su progenitor en una estación de ferrocarril en (Melbourne) Australia viajará dentro de una semana a Nueva Zelanda para reunirse con su abuela materna, mientras prosigue la búsqueda policial del padre en Estados Unidos.
"Soy el miembro de su familia más cercano e importante. No tiene a nadie más que a mí. Anan (Annie Liu) era mi única hija y ella es mi única nieta. Haré todo lo que pueda para cuidarla", declaró la abuela, Liu Xiao Ping, a la emisora de radio ABC.
El Gobierno de Nueva Zelanda tramita por la vía rápida la documentación para que el paso de la abuela, residente en China, por el país para recoger a su nieta sea lo más rápido posible.
"Esta debe ser una situación traumática para ella, por lo que le ofreceremos todo la ayuda posible y trataremos de que pueda reunirse con su nieta lo antes posible", indicó Ruth Dyson, del Ministerio de la Familia, la Juventud y la Infancia de Nueva Zelanda.
La pequeña Qian Xun Xue, a quien los medios australianos han puesto el apelativo cariñoso de "calabaza" por la ropa que llevaba cuando fue abandonada, se encuentra al cuidado de una familia adoptiva en Melbourne donde parece que sobrelleva la tragedia bien.
Su padre, Michael (Nain Zin) Xue, un editor neozelandés de 54 años que residía en Auckland y con antecedentes penales de violencia doméstica, la sacó de Nueva Zelanda el 13 de septiembre pasado y la llevó a Melbourne, donde dos días después la abandonó en una estación de metro.
El circuito cerrado de cámaras de vídeo de la estación de Southern Cross grabó el momento en el que el hombre, que llevaba una maleta, la deja sola y se marchó para tomar un avión hacia Los Ángeles (Estados Unidos), donde se ha confirmado que llegó ese mismo día.
Xue había vivido en 2000 en Los Ángeles, ciudad donde la mayoría de la comunidad china o de origen chino reside en los suburbios del este.
El inspector neozelandés Dave Pearson indicó hoy a la prensa en su país que analizan la posibilidad de enviar agentes a Estados Unidos para colaborar con la captura del padre, sobre quien Nueva Zelanda emitió ayer una orden de captura tras confirmar la muerte de la madre, Annie (Anan) Liu, de 27 años.
El cadáver de la mujer apareció en el maletero de un coche en la misma calle de Auckland donde vivían.
"Lo que sabemos es que tuvo una muerte violenta antes de que (el marido) abandonase Nueva Zelanda el 13 de septiembre", manifestó Pearson en rueda de prensa, sin querer aclarar la causa de la muerte o desmentir las informaciones que se publican en Estados Unidos sobre que fue golpeada hasta morir.
Annie Liu, después de tratar de resolver el problema de los malos tratos con órdenes de protección de la Policía, optó por separarse hace unos meses e ingresó en un centro de acogida de mujeres maltratadas.
La última vez que fue vista con vida fue a las cuatro y media de la tarde del 11 de septiembre pasado, cuando acudió a recoger a su hija en una guardería de Auckland.