LIMA.- Un grupo de desconocidos destruyeron hoy parcialmente el monumento en homenaje a las víctimas del conflicto armado en Perú (1980-2000) y lo rociaron de pintura naranja, el color identificativo de los seguidores del ex Presidente Alberto Fujimori, extraditado el sábado desde Chile.
La pintura ha cubierto los nombres de los fallecidos que figuraban en el monumento, denominado "El ojo que llora" y construido en 2005 en recuerdo a las casi 70 mil víctimas de la guerra.
Además, los atacantes destruyeron parte del monumento con martillos de demolición y cinceles. "Indudablemente sólo las filas del fujimorismo y remanentes del Grupo Colina pueden ser responsables de esta barbaridad y de este crimen contra la cultura", dijo el director de la Asociación Pro Derechos Humanos de Perú (APRODEH), Francisco Soberón.
Con El grupo Colina, Soberón se refería al comando militar encubierto que supuestamente llevó a cabo las matanzas más emblemáticas del régimen de Fujimori, en Barrios Altos y La Cantuta, por las que será procesado el ex Presidente.
Asimismo, el vigilante que custodiaba la estructura fue amordazado y amenazado con armas de fuego antes de que unas 15 personas, entre ellas cinco mujeres, ejecutara el ataque, en torno a las 15.30 horas local (20.30 GMT), según la agencia oficial Andina.
"El ojo que llora", de la escultora Lika Mutal y ubicado en el distrito de Jesús María, comprende una piedra, con otra más pequeña, en forma de ojo, que está incrustada en la parte superior y en el centro de un estanque.
El monumento está rodeado por un laberinto de círculos de cantos rodados con la inscripción de los nombres de los fallecidos en el conflicto interno. Este espacio público causó una gran polémica hace algunos meses cuando se añadieran los nombres de presuntos miembros de Sendero Luminoso que murieron en 1992 durante un operativo militar en un penal limeño.
Su inclusión se realizó en cumplimiento a una decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que responsabilizó a finales del año pasado al Estado peruano por este caso y le obligó a pagar unos 20 millones de dólares a sus deudos.
Precisamente bajo el Gobierno de Fujimori (1990-2000) se logró la detención de la cúpula senderista, lo que marcó el principio del fin de la guerra interna peruana. El ataque al monumento se produce después de que decenas de "fujimoristas" protagonizaran el sábado altercados con la policía cuando esperaban la llegada a Lima de su líder.