LONDRES.- El ex Presidente estadounidense Bill Clinton cree que su país debería dedicar el mayor esfuerzo económico a la lucha contra el cambio climático, desde el que realizó para su movilización durante la Segunda Guerra Mundial.
En una entrevista que publica hoy el diario “Financial Times" (FT) un día antes de que comience en Nueva York el congreso anual de la “Clinton Global Initiative” (CGI), el ex presidente pone en tela de juicio la opinión de que esa lucha vaya a afectar negativamente al crecimiento económico.
Su afirmación en ese sentido está en contradicción, según el periódico, con un reciente informe de las Naciones Unidas que asegura que enfrentarse al cambio climático implicaría sacrificios económicos.
Clinton dice que no cabe esperar un recorte en las emisiones de dióxido de carbono por parte de China o la India a menos que los países ricos como Estados Unidos encabecen esa carrera contra los gases causantes del calentamiento de la atmósfera.
El actual presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y los gobernantes de los dos países asiáticos participan hoy en la Reunión de Alto Nivel sobre el Cambio Climático, organizada por la ONU para discutir los compromisos que sucederán al Protocolo de Kioto a partir de 2012.
"Hay formas de encontrar más oportunidades económicas que costos (en esa lucha), y creo que a menos que Estados Unidos la encabece, nunca conseguiremos que se sumen indios y chinos", asegura Clinton, que organizará su primer CGI asiático en Hong Kong el próximo año.
El ex Presidente de Estados Unidos cita al Reino Unido y Dinamarca como ejemplos de países donde se han creado puestos de trabajo gracias a las inversiones en nuevas tecnologías.
Destaca que el hecho de que Europa haya sabido centrarse en la eficiencia energética explica por qué en ese continente se han creado trece millones de puestos de trabajo entre los años 2000 y 2005 frente a sólo ocho millones en Estados Unidos.
En el tercer congreso “Clinton Global Iniciative", presidido por el ex presidente, participarán ejecutivos, líderes no gubernamentales y jefes de Gobierno, a los que se les pedirá grandes compromisos financieros para alcanzar sus objetivos en los campos de la educación, energía y cambios climáticos, salud global y lucha contra la pobreza.