LIMA.- El Presidente de Perú, Alan García, prometió hoy actuar "sin odio, ensañamiento y venganza" durante el proceso judicial contra el ex Mandatario Alberto Fujimori, en su primera intervención pública desde que la Corte Suprema de Chile decidiera su extradición el viernes pasado.
"Sin venganzas ni aspavientos, creo que eso es lo que el pueblo peruano espera de su gobierno, que no abuse de su posición para mancillar o vejar al adversario caído y acusado de múltiples delitos", manifestó García.
"Podría ser el primero en aprovecharme de esta situación, mi casa fue asaltada, fui privado de la nacionalidad durante nueve años. Eso no lo voy a hacer", aseveró el Jefe del Estado al recordar su exilio durante el régimen "fujimorista" (1990-2000).
Asimismo, García se congratuló por la actuación de la Justicia chilena, país al que felicitó porque "ha demostrado ser una democracia que respeta a su Poder Judicial, sin presión, sin arreglos sobre la mesa como algunos temían".
Ahora, "como Jefe de Estado me toca cumplir y hacer cumplir la Constitución y las resoluciones judiciales", matizó al "garantizar" el respeto humano al extraditado "más allá de las acusaciones y delitos que se imputen".
"No hemos puesto en una jaula al señor Fujimori, como en otras épocas se hacía, no hemos puesto un traje de preso al señor Fujimori, como en otras épocas se hacía, no le hemos puesto esposas porque rodeado de policías no tiene sentido pensar que hay peligro de fuga", expresó.
Con estas palabras aludía al circo mediático organizado en torno a la detención del fundador de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, en 1992, durante el régimen fujimorista.
También explicó que el detenido no fue expuesto a las cámaras de los reporteros cuando arribó a Lima para evitarle una "situación difícil" al detallar que se le trató con "todo respeto y dignidad".
"Su familia, sus partidarios pueden estar seguros que las leyes serán cumplidas (...), no se le ha encerrado en ninguna mazmorra, ni se ha privado de servicios esenciales", agregó.
Repitió, en este sentido, que "no se trata de mancillar, insultar, pisotear, ni humillar al enemigo caído".
El Presidente peruano concluyó que la extradición de Fujimori es un ejemplo de la democracia "para dar lecciones a la dictadura" y manifestó que se le está diciendo a todos los países del mundo "que no se puede violentar, ni sustituir el modelo democrático".