LIMA.- El detenido ex presidente peruano Alberto Fujimori no necesita ser internado en una clínica privada, pues su estado de salud le permite continuar en la cárcel especial que se le habilitó, según admitió hoy su médico personal, el congresista Alejandro Aguinaga.
"(Fujimori) no está en un estado de gravedad. Está en un estado que se puede controlar. Hay que darle las condiciones adecuadas y por eso estamos solicitando hacer una evaluación más profunda y que goce de una cama clínica", les dijo Aguinaga a los reporteros tras visitar y examinar al ex mandatario.
El congresista, ministro de Salud durante el gobierno del ahora reo, solicitó que el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) permita que se le tome a su paciente una placa de tórax con equipo ambulatorio.
Allegados al preso como su hija, la parlamentaria Keiko Fujimori; su hermano, el también legislador Santiago Fujimori, y su abogado, César Nakasaki, han insistido en los problemas de salud del ex presidente, referidos sobre todo a hipertensión, lo que algunos observadores interpretan como una preparación de camino para pedir una clínica por cárcel.
"La junta (médica) no ha declarado ninguna necesidad de un tratamiento mayor. Se está cumplimiento estrictamente con todo lo que signifique su atención médica. Absolutamente no hay nada grave", advirtió previamente al respecto el jefe del Inpe, Gustavo Carrión.
"La reclusión en un hospital no es una decisión que puedan tomar los congresistas ni los jueces sin la opinión médica legal. En eso somos categóricos. En ninguna clínica del Perú ni del mundo van a aceptar una hospitalización firmada por un legislador", había aclarado a su vez el director del Instituto de Medicina Legal, Luis Bromley.
Fujimori, de 69 años, llegó extraditado al Perú el sábado para responder por delitos de derechos humanos y corrupción y desde entonces se habla de problemas de salud. Sus críticos comentan con ironía que esos problemas contrastan extrañamente con la buena forma que lucía en la víspera de que fuera entregado por Chile.