NUEVA YORK.- El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, anunció hoy la partida del enviado especial Ibrahim Gambari a Myanmar, a raíz de los enfrentamientos que tienen lugar en ese país, e instó a la Junta Militar a brindarle su "total cooperación".
Ban "llama a las más altas autoridades del país a prestar su total cooperación con esta misión para aprovechar la disposición de la ONU de asistir en el proceso de reconciliación nacional mediante el diálogo", dijo la portavoz de la ONU, Michel Montas, en un comunicado.
Asimismo, pidió a la Junta Militar a "ejercitar la máxima moderación en relación con las manifestaciones pacíficas que están teniendo lugar", debido a que el uso de la fuerza, los arrestos y golpes sólo pueden socavar las perspectivas de paz, prosperidad y estabilidad en Myanmar.
Por su parte, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, dijo desde la sede de este organismo en Ginebra, que el gobierno militar debería abstenerse del uso de la fuerza contra manifestantes pacíficos.
"El uso de fuerza excesivo y todas las formas de detención arbitraria de manifestantes pacíficos está estrictamente prohibida según la legislación internacional", indicó, al tiempo que solicitó que bajo todas las circunstancias se respeten los derechos humanos básicos.
Por su parte, la Unión Europea (UE) amenazó con más sanciones y habló de una "táctica exacerbada de intimidación" por parte del régimen militar. El bloque ya aprobó en 1996 sanciones contra el país asiático, entre ellas un embargo de armas y negado de visado para los altos funcionarios del régimen.
La UE y Estados Unidos condenaron además en una declaración conjunta lo ocurrido en el país asiático. "Estamos profundamente preocupados por las informaciones de que las fuerzas de seguridad atacaron a manifestantes pacíficos y les dispararon, así como de que muchos monjes budistas y otras personas fueron detenidas", señala el texto dado a conocer en Bruselas por la presidencia portuguesa del bloque europeo.
El ministro del Exterior británico, David Miliband, exigió contención a la junta y afirmó poco antes de partir a Nueva York para la Asamblea General de la ONU, que la comunidad internacional pedirá cuentas a los militares birmanos. "Es muy importante que todos pidamos contención al unísono", dijo.
El Comité Nobel, que otorgó el Premio Nobel de la Paz a la política opositora Aung San Suu Kyi en 1991, lanzó entretanto un "llamamiento urgente" a los militares para que no usen la violencia contra los manifestantes.
El jefe del Comité, Ole Danbolt Mjos, declaró: "Llamamos a la junta de forma perentoria a abstenerse de usar la fuerza contra los manifestantes pacíficos y a iniciar un diálogo con ellos". También exigió la "inmediata" liberación de Aung San Suu Kyi.