SAN DIEGO.- El Gobierno de Estados Unidos mostró el martes sus mejores resultados en 20 años en la guerra contra el narcotráfico, pero enfatizó que aún debe probar que puede reducir significativamente en el largo plazo la distribución de cocaína y otros estupefacientes en el país.
El "zar" antinarcotráfico, John Walters, dijo en una conferencia de prensa que hay reportes sobre la escasez de cocaína en 37 ciudades de Estados Unidos y sobre un aumento de su precio en la calle de un 24 por ciento, lo que representa un importante hito en la lucha contra la droga.
"Pero el verdadero desafio es: ?Podemos sostenerlo?", dijo Walters, director de la Oficina Nacional de Políticas de Control de Drogas de la Casa Blanca.
Las estadísticas fueron anunciadas antes de que Washington lance lo que será un sustancial plan de asistencia para combatir el narcotráfico en México y a lo largo de la frontera, por donde pasa el 90 por ciento de la cocaína que ingresa en Estados Unidos.
El presidente de México, Felipe Calderón, y su par estadounidense, George W. Bush, están ultimando los detalles del plan, que según los funcionarios de la Casa Blanca tendrá una inversión inicial de 1.000 millones de dólares que se incrementará con el correr del tiempo.
Walters no dió detalles pero dijo que ambos presidentes podrían anunciar un acuerdo pronto.
El funcionario destacó la ofensiva de Calderón contra los carteles de la droga desde que asumió el poder en diciembre del 2006 y el esfuerzo conjunto de la policía y el ejército en nueve estados mexicanos como parte del éxito contra el tráfico de cocaína en Estados Unidos.
México también ha extraditado a algunos de sus mayores narcotraficantes a Estados Unidos, como Osiel Cardenas, capo del cartel del Golfo.
"México siempre ha extraditado personas pero nunca a este mivel", dijo Jim Craig, oficial de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA, por sus iniciales en inglés).
Walters reconoció que, pese al éxito reciente, la frontera continúa siendo un lugar violento donde los funcionarios de ambos lados son atacados, los narcos se matan entre ellos, y sigue habiendo demasiado peligro para los ciudadanos mexicanos.
Pero Walters dijo que la única manera de mejorar la seguridad era "destruyendo el negocio".
Además de la escasez de cocaína en las calles, el Gobierno resaltó otras tendencias. Por ejemplo, se alcanzó el más bajo nivel de análisis positivos de droga en lugares de trabajo desde 1992, y hubo menos emergencias en hospitales relacionadas con el consumo de cocaína.
Las estadísticas también mostraron progresos contra el tráfico a través de la frontera de metanfetaminas y un aumento del 37 por ciento en el precio de ese estupefaciente, que ha golpeado con fuerza a pequeñas ciudades estadounidenses.