MADRID.- La detención de 23 miembros del partido separatista vasco Batasuna equivale a una "declaración de guerra" por parte del gobierno español, dijo el sábado un dirigente del partido.
"Esta operación policial deja al descubierto la decisión del gobierno, que es realizar una declaración de guerra en toda regla al independentismo vasco", dijo Pernando Barrena, un dirigente del partido proscrito en conferencia de prensa en San Sebastián, donde calificó las detenciones como "secuestros".
Prácticamente toda la presunta conducción de Batasuna fue detenida el jueves por la noche en una redada en la población de Segura, donde su comité ejecutivo realizaba una reunión clandestina, dijeron fuentes policiales y judiciales.
Barrena, el único dirigente que no fue detenido, dijo el viernes que el allanamiento fue una represalia por la posición intransigente del movimiento independentista en las conversaciones de paz.
El operativo se realizó por orden del juez antiterrorista Baltasar Garzón, quien encabezó la ofensiva para proscribir al partido hace cuatro años, por considerarlo el ala política del grupo separatista ETA.
Garzón prevé interrogar a los 23 miembros de Batasuna el domingo. Todos los detenidos fueron trasladados a una cárcel de Madrid el sábado.
ETA declaró un cese de fuego en marzo de 2006, pero las conversaciones de paz quedaron empantanadas, y el grupo puso fin a la tregua con un atentado explosivo que mató a dos personas en diciembre.
Según trascendidos, el blanco del allanamiento en Segura era una reunión en la cual la vieja guardia de Batasuna entregaba el mando a nuevos dirigentes.
ETA ha matado a más de 800 personas desde fines de la década de 1960. Su objetivo es crear una patria vasca en el norte de España y el suroeste de Francia.
A pesar de la proscripción, los dirigentes de Batasuna con frecuencia han realizado conferencias de prensa y actos callejeros. El presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, en su intento de poner fin al prolongado conflicto vasco, ve en Batasuna un posible puente hacia los pistoleros y atacantes de la ETA, que tienen en sus manos la clave de la paz.