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Argentina: Prisión perpetua para ex párroco de El Quisco acusado de violaciones a DD.HH.

Von Wernich se convirtió así en el primer sacerdote de la Iglesia Católica en ser condenado por su participación en la llamada "guerra sucia".

09 de Octubre de 2007 | 20:01 | AP

LA PLATA, Argentina.- La justicia argentina condenó el martes a reclusión perpetua al ex capellán de la policía de la provincia de Buenos Aires Christian Von Wernich por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar.


El sacerdote, de 69 años, fue condenado como coautor de siete homicidios y partícipe de 30 casos de torturas y 42 secuestros “todos delitos de lesa humanidad en el marco de un genocidio que tuvo lugar en la Argentina entre los años 1976 y 1983”, según el fallo del Tribunal Federal Número 1 de la ciudad de La Plata, unos 60 kilómetros al sur de Buenos Aires.


Von Wernich se convirtió así en el primer sacerdote de la Iglesia Católica en ser condenado por su participación en la llamada “guerra sucia”.


El sacerdote ofició varios años como párroco de la iglesia de El Quisco, en el litoral central de Chile. 


El veredicto unánime de los tres jueces fue leído por el presidente del tribunal Carlos Rozanski frente a una sala colmada y ante el gesto imperturbable del cura, quien horas antes de conocerse la sentencia negó haber violado el secreto de confesión para entregar información de los detenidos ilegalmente a las Fuerzas Armadas, como denunciaron varios testigos.


“En 2.000 años de historia nunca ningún sacerdote de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana violó ese sacramento”, afirmó. “¨Quién inspira a los testigos falsos? El demonio”, había dicho el sacerdote.


Según varios testimonios reproducidos durante el juicio, Von Wernich visitaba periódicamente cinco prisiones clandestinas de la policía de la provincia para dar “asistencia espiritual” a los detenidos. Pero la tarea consistía, en realidad, en exhortarlos a colaborar con sus captores, quebrarlos anímicamente y procurar información que luego transmitía a las fuerzas de seguridad.


“Estoy muy satisfecho. Es un proceso judicial de los que no hay muchos”, dijo a la AP el abogado de la querella Alejo Ramos Padilla, mientras se fundía en un abrazo con sus colegas.


Unas 300 personas integrantes de grupos de derechos humanos y organizaciones de izquierda que seguían el fallo desde la calle frente al tribunal estallaron en un grito cuando el presidente de la corte leyó la sentencia.


Alzando pancartas con las leyendas “Von Wernich basura, sotana de la dictadura” y “Que Dios te perdone, nosotros ya te condenamos”, hicieron estallar fuegos artificiales y recordaron a los miles de desaparecidos durante la dictadura.


Los bombos, que acompañaban el grito de “Von Wernich genocida”, no dejaron de sonar durante toda la lectura del veredicto, que comenzó una hora después de lo previsto.
“La justicia es el único bálsamo para estas heridas”, afirmó a AP Adriana Calvo, de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, en medio de sollozos.


Las Madres de Plaza de Mayo, que durante la audiencia permanecieron en silencio, aplaudieron de pie el veredicto y levantaron en alto sus clásicos pañuelos blancos.


Horas antes, la defensa del sacerdote había pedido su absolución alegando que no había quedado probada la participación del cura en los hechos que se le imputaban.


Escoltado por media decena de policías y con chaleco antibalas, Von Wernich se retiró de la sala en medio del bullicio.


Como capellán de la policía bonaerense, Von Wernich actuaba bajo las órdenes del jefe policial Ramón Camps, condenado en 1985 a 25 años de cárcel por torturas y homicidios. Camps murió en 1994, tras recibir el beneficio de dos leyes de amnistía sancionadas en los ’80.


Von Wernich fue juzgado por el mismo tribunal que en septiembre de 2006 condenó a cadena perpetua al ex comisario de la policía bonaerense Miguel Etchecolatz por delitos de lesa humanidad.


El juicio contra Von Wernich es el primer proceso contra un represor desde la desaparición hace más de un año de uno de los testigos principales del juicio contra Etchecolatz.
Se trata del albañil Jorge Julio López, de 76 años, quien desapareció el 18 de septiembre de 2006 un día antes de la sentencia contra Etchecolatz. Los grupos de derechos humanos temen que haya sido secuestrado y asesinado por elementos “residuales” de la dictadura para amedrentar a otros testigos.

La Iglesia Católica argentina, culto mayoritario en el país, se declaró la noche del martes conmovida por el dolor ante la condena a cárcel perpetua contra el ex capellán policial Christian Von Wernich por crímenes de lesa humanidad en la dictadura (1976-1983).
"La Iglesia en Argentina está conmovida por el dolor que nos causa la participación de un sacerdote en delitos gravísimos según la sentencia del Tribunal Oral Número Uno de La Plata (60 Km al sur de Buenos Aires)", indicó el episcopado en una nota.

"Creemos que los pasos que la Justicia da en el esclarecimiento de estos hechos deben servir para renovar los esfuerzos de todos los ciudadanos en el camino de la reconciliación y son un llamado a alejarnos tanto de la impunidad como del odio y el rencor", dijo la cúpula eclesiástica.
La declaración fue firmada por el cardenal primado de Argentina, Jorge Bergoglio, y demás integrantes de la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal.
La cúpula católica dijo que "si algún miembro de la Iglesia (...) hubiera avalado con su recomendación o complicidad la represión violenta, habría actuado bajo su responsabilidad, errando o pecando gravemente contra Dios, la humanidad y su conciencia".
"Pedimos a Jesús misericordioso y a Nuestra Señora de Luján que nos acompañen en este doloroso camino hacia la reconciliación", se expresó.
La sentencia contra Von Wernich es la primera contra un sacerdote en América latina que reconoce que los delitos fueron cometidos en el marco de un genocidio.AFP

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