RANGÚN.- Unas 50.000 personas se reunieron hoy en la capital de Myanmar, Rangún, en una manifestación de protesta contra la rebelión del mes pasado, que dejó al menos diez muertos a causa de la represión militar.
Esta manifestación en favor de la junta militar de Myanmar (ex Birmania) se celebró en el Campo de Deportes de Thuwanna, aseguraron testigos oculares.
La multitud gritó consignas de condena a la rebelión liderada por los monjes budistas y llamó a restaurar la "paz y la seguridad" y a la no intervención de organizaciones y gobiernos extranjeros en los asuntos de Myanmar.
Este tipo de manifestaciones a favor del gobierno son típicas de Myanmar, gobernado por una junta militar desde 1962.
Se celebra después de la brutal represión del 26 y el 27 de septiembre de las protestas lideradas por los monjes, que alcanzaron su pico máximo entre el 24 y el 25 de septiembre, con hasta 100.000 personas marchando por las calles de Rangún en reclamo de cambios políticos y económicos en el país.
La represión, que dejó diez muertos y más de 2.000 detenidos, según las autoridades, fue condenada internacionalmente. Algunas fuentes señalan que la cifra de muertos asciende a los 200 y que se siguen produciendo arrestos y se tortura a los detenidos.
El martes, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidos emitió una declaración en la que deploró la represión por parte del gobierno militar de las manifestaciones prodemocráticas.
A pesar de que el jefe de la junta, el general Than Shwe, se reunió a principios de mes con el enviado especial de la ONU, Ibrahim Gambari, hay pocas esperanzas de que la junta deje el poder en un futuro próximo.
Shwe acordó iniciar un diálogo con Aung San Kuu Kyi, la líder de la opositora Liga Nacional por la Democracia, que vive bajo arresto domiciliario desde hace diez años, pero sólo si ella retira su apoyo a las sanciones occidentales contra el régimen.
La noche del viernes, el gobierno lanzó un comunicado que describe la declaración del Consejo de Seguridad de la ONU como "deplorable".
"A cualquier costo, Myanmar seguirá implementando su mapa de ruta de siete pasos hacia la democracia, de acuerdo con los deseos del pueblo", señala el comunicado difundido por el diario oficial "The New Light".
El "mapa de ruta" de siete pasos es la solución propuesta por la junta para llevar la democracia a Myanmar. Se espera, sin embargo, que el proceso, que incluye la elaboración de una nueva constitución, la celebración de un referéndum sobre ella y, eventualmente, la convocatoria a elecciones generales, se extienda varios años y finalmente apunte a asegurar que los militares mantengan su papel dominante en el gobierno del país.
El plan fue criticado como "farsa" por los políticos opositores, gobiernos occidentales y Naciones Unidas, y perdió los últimos vestigios de credibilidad con la represión de las manifestaciones el mes pasado.