ANKARA.- El Parlamento de Turquía autorizó hoy en Ankara al gobierno a lanzar una incursión militar contra la bases de los guerrilleros del PKK kurdo en el norte de Irak.
El permiso contempla mandar tropas cuantas veces se considere necesario, a fin de eliminar los santuarios del ilegal Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la zona controlada por el gobierno regional kurdo de Irak.
De los 550 diputados del Parlamento turco, votaron 526, de los cuales 507 lo hicieron a favor y sólo 19 en contra.
Los portavoces de los grupos opositores Partido Republicano del Pueblo (CHP) y Partido de Acción Nacionalista (MHP) criticaron al gobierno por no haber solicitado antes este permiso y pidieron al Ejecutivo del islamista moderado Recep Tayyip Erdogan que "no dude" en usar la autorización militar.
Tanto el CHP como el MHP lamentaron que la autorización incluya sólo como objetivo las operaciones militares al PKK y no contemple acciones contra la administración kurdo-iraquí que, según ambos grupos, da protección a los rebeldes kurdos.
Erdogan advirtió ayer que el objetivo de las acciones militares sería "sólo" el PKK y añadió que "el pueblo iraquí es nuestro vecino y la posible operación no va contra objetivos civiles".
Sólo el grupo pro kurdo del Partido de la Sociedad Democrática (DTP) y un independiente de izquierdas votaron contra la moción presentada hoy, alegando que llevará a Turquía al caos de Medio Oriente, y que la solución al conflicto kurdo se debe encontrar dentro de Irak y con políticas pacíficas.
Ayer, Erdogan manifestó que "la paciencia del pueblo turco se ha agotado", aunque aclaró que una operación militar contra el PKK no será lanzada inmediatamente tras recibir el permiso del Parlamento.
El vicepresidente iraquí, Tariq Al Hashimi, abandonó hoy Ankara convencido de que el gobierno turco cooperará con Bagdad para manejar el problema de la presencia de los milicianos del PKK en el norte de Irak.
"He conseguido lo que quería de Ankara. Hay una atmósfera nueva para eliminar la crisis existente", explicó Al Hashimi a los periodistas antes de abandonar Turquía.
Por su parte, el Presidente sirio, Basher al Asad, declaró hoy en Ankara su apoyo a una posible operación militar contra el PKK.
Asad aseguró que tanto Turquía como Siria son países que siempre han apoyado la paz, pero que Damasco respaldará cualquier decisión de Ankara en su lucha contra el terrorismo.
En Siria vive más de un millón de kurdos y Damasco rechaza -al igual que Ankara- cualquier intento de establecer un Estado independiente kurdo en el norte de Irak.
Una treintena de soldados turcos murieron en las últimas dos semanas en ataques del PKK, un grupo armado que inició su lucha contra el Ejército turco en 1984 para reclamar más derechos para los 12 millones de kurdos que viven en Turquía.
Desde entonces han muerto más de 35.000 personas en esta guerra no declarada.
Turquía ha llevado a cabo varias operaciones transfronterizas en los últimos 15 años, concretamente en 1992, 1995 y 1997, siendo la última una operación a gran escala que llevó a 50.000 soldados del Ejército turco al norte de Irak.