Liberan a mascota secuestrada en capital de Colombia

BOGOTA.- Un perro pastor alemán secuestrado en Colombia fue abandonado por los captores, quienes presionaban a sus dueños a pagar 350.000 dólares de rescate con pruebas de supervivencia en las que se oían los aullidos del animal, informó el viernes la policía.

Un oficial del Grupo Antiextorsión y Secuestro de la policía dijo a Reuters que el animal, secuestrado en septiembre en un exclusivo sector del norte de Bogotá, fue abandonado en una clínica veterinaria del sur de la ciudad.

"El perro está en excelentes condiciones. Los captores lo llevaron a una clínica veterinaria y solicitaron un servicio de baño, pero nunca regresaron a recogerlo", aseguró el oficial.

A comienzos de esta semana la policía realizó un fallido operativo para tratar de rescatar el animal, que responde al nombre de "Aldo de Fescol", en el que capturó a dos personas presuntamente implicadas en el delito.

De acuerdo con la policía, el fallido operativo provocó que los demás integrantes del grupo de delincuentes abandonaran el animal, que se rehusó a recibir comida en los últimos dos días.

Los investigadores de la policía aseguraron que para secuestrar al perro los delincuentes lo sedaron y que aprovechando el valor sentimental que tiene para sus dueños, presionaban el pago del rescate con el envío de videos, fotos y grabaciones.

En una de las pruebas de supervivencia que enviaron los delincuentes se escuchan unos aullidos y una voz que dice "así llora su perro en las noches".

No es la primera vez que se registran casos de secuestros de animales y mascotas en este país de más de 42 millones de habitantes, con uno de los mayores índices de ese delito a nivel mundial.

De acuerdo con estadísticas de la privada Fundación País Libre, desde 1996 y hasta la fecha se han registrado en Colombia 23.407 secuestros, la mayoría atribuidos a las guerrillas izquierdistas que utilizan este delito como su segunda fuente de financiación después del narcotráfico.

Colombia es sacudida por un conflicto interno de más de cuatro décadas que cobra miles de vidas al año.