MOSCÚ.- La nave Soyuz TMA-10 con dos cosmonautas rusos y el primer astronauta malasio regresó hoy a la Tierra procedente de la Estación Espacial Internacional (EEI), informó el Centro de Control de Vuelos (CCVE) de Rusia.
"El módulo de descenso se posó en las estepas de Kazajistán a las 14.39 hora de Moscú (10.39 GMT), dos minutos más tarde de lo previsto", informó el CCVE, citado por la agencia oficial Itar-Tass.
Los tres ocupantes de la Soyuz están "bien", aunque los helicópteros de rescate encontraron la nave rusa a 200 kilómetros del lugar indicado para su aterrizaje en el norte de Kazajistán.
Los cosmonautas rusos Oleg Kótov y Fiódor Yurchijin, integrantes de la expedición permanente EEI-15, permanecieron 197 días en la estación orbital.Mientras, el primer astronauta malasio, o "angkasawan", Sheij Muszaphar Shukor, residió en la estación durante nueve días.
Durante su estancia en la plataforma orbital, Muszaphar, un médico de 35 años, realizó experimentos científicos como el estudio del efecto de la microgravedad y la radiación espacial en las células y microbios, así como el posible uso de proteínas como vacuna para el virus VIH, causante del Sida.
El viceprimer ministro malasio, Abdul Razak, asistió al descenso de la Soyuz en la sede del CCVE y adelantó que abordará esta semana con las autoridades rusos el envío a la EEI de un segundo astronauta malasio, el capitán del Ejército Faiz Jaled.
Kótov y Yurchijin realizaron medio centenar de experimentos, dos caminatas espaciales y recibieron a dos cargueros rusos Progress y a los transbordadores estadounidenses "Endeavour" y "Atlantis".
Mientras, una astronauta ha asumido por primera vez al mando de la EEI, la estadounidense Peggy Whitson, que recibió esas atribuciones el viernes de manos del ruso Yurchijin.Withson, de 47 años, astronauta de la NASA y bióloga de formación, viajó por primera vez a la estación como tripulante de la expedición EEI-5, ocasión en la que desempeñó el puesto de ingeniera de abordo.Roscosmos ha calificado la actual misión EEI-16 como "la más complicada en la historia de la Estación Espacial" por el gran volumen de trabajo que la espera en la órbita.