IRBIL.- El presidente iraquí, Jalal Talabani, ordenó a las guerrillas turcas del Partido de los Trabajadores de Kurdistán que depusieran las armas o abandonaran el país, después de la reciente escalada de enfrentamientos contra el Ejército turco.
"Exigimos al PKK que deje la lucha y se transforme en una organización civil y política", declaró el presidente, también kurdo. "Si el PKK insiste en seguir luchando, deberán abandonar Kurdistán e Irak, para no crear problemas", continuó, "y deberán volver a sus países para hacer allí lo que quieran".
Doce soldados turcos murieron esta madrugada en el curso de una emboscada tendida por los milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) contra un convoy militar cerca de la localidad turca de Yuksekova (provincia de Hakkari, en el sureste), a unos cinco kilómetros de la frontera con Irak.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, convocó para hoy una reunión antiterrorista de emergencia y pidió calma a la población.
En respuesta a la emboscada, el Ejército atacó con su artillería 63 supuestas bases de los rebeldes, causando la muerte de al menos 23 separatistas. No hay indicios de que las tropas hayan entrado en territorio iraquí.
Asimismo, fuentes oficiales iraquíes aseguraron esta mañana que las fuerzas turcas habían disparado 15 proyectiles de artillería contra varias aldeas kurdas del norte de Irak sin causar víctimas.
Posteriormente, el propio PKK aseguró a través de la agencia de noticias pro kurda Firat -con sede en Bélgica- que secuestró a varios soldados turcos. Este dato no ha sido confirmado por otras fuentes.
Asimismo, al menos 14 personas resultaron heridas como consecuencia de un atentado con bomba contra un autobús en el sureste de Turquía, cerca del mismo lugar en que se produjo el ataque a los soldados, según informó AP.