MOSCÚ.- Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Estados Unidos, George W. Bush, valoraron hoy positivamente las consultas bilaterales sobre el escudo antimisiles durante una conversación telefónica.
"Ambos mandatarios hablaron sobre las recientes consultas entre ministros de Exteriores y Defensa de ambos países en el formato 2+2 en Moscú", informó el Kremlin en un comunicado.
Putin y Bush destacaron la "utilidad de dicho mecanismo bilateral a la hora de tratar en detalle los problemas de carácter estratégico más actuales".
Además, abogaron por "garantizar a largo plazo unas perspectivas de cooperación bilateral".
El pasado 12 de octubre los ministros de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, y Defensa, Anatoli Serdiukov, mantuvieron consultas en Moscú con sus colegas estadounidenses, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el jefe del Pentágono, Robert Gates.
Lavrov y Rice declararon tras su reunión que las "discrepancias se mantienen", tanto en relación al despliegue del escudo en Polonia y la República Checa como en cuanto a las amenazas que para Europa representarían países como Irán.
La ronda de Moscú fue la de más alto nivel desde que Rusia tachó de "amenaza directa para su seguridad" los planes estadounidenses de desplegar en un radar en territorio checo y una base de misiles interceptores en suelo polaco.
Recientemente, Lavrov exigió a EE.UU. una propuesta por escrito que solucione las divergencias con el fin de que "puedan ser estudiadas punto por punto".
Rusia desea que EE.UU. congele sus planes mientras ambos países mantengan consultas, a las que querría que se sumaran los países de la OTAN, aunque Washington no parece dispuesto a ello.
Expertos de ambos países visitaron recientemente la estación de radar de Gabalá, que Rusia alquila desde hace años en Azerbaiyán.
El Presidente ruso propuso en junio pasado a su colega estadounidense la utilización conjunta de Gabalá, que se encuentra a unos 200 kilómetros de la frontera iraní.
Además, también le planteó la posibilidad de compartir otra estación que Rusia está construyendo cerca del mar Negro.
Gabalá, puesto en servicio en 1985, es capaz de detectar lanzamientos de misiles a distancias de hasta 6.000 kilómetros y abarcar todo el hemisferio sur, pero no sirve para guiar cohetes interceptores.
Washington no descarta el uso conjunto de Gabalá, pero niega que éste sea una alternativa al escudo, cuyo objetivo declarado es defenderse de posibles ataques con misiles por parte de regímenes denostados como Irán o Corea del Norte.
Putin, quien había advertido que los planes de Washington no quedarían sin respuesta, suspendió en julio pasado la aplicación del Tratado de Fuerzas y Armas Convencionales en Europa (FACE), considerado la piedra angular de la seguridad en el continente.