BAGDAD.- Irak prohibió hoy las actividades en su territorio del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), coincidiendo con la visita del canciller de Turquía, país que mantiene la presión sobre los rebeldes kurdos y sugiere una posible acción militar "en cualquier momento".
"El PKK es una organización terrorista y hemos tomado la decisión de cerrar sus oficinas y de prohibirles que actúen en suelo iraquí", señaló el Primer Ministro, Nuri Al Maliki, en un comunicado difundido después de una reunión que mantuvo con el ministro de Relaciones Exteriores turco, Alí Babacan.
"Centramos todos nuestros esfuerzos en eliminar sus actividades terroristas que amenazan a Irak y a Turquía", agregó.
El jefe de la diplomacia turca, de visita en Bagdad, rechazó con anterioridad la oferta de alto el fuego condicional formulada la víspera por el PKK.
La visita de Babacan se produce después de que el Parlamento de su país autorizara al gobierno a llevar a cabo acciones militares en el vecino Kurdistán iraquí. El PKK está tolerado en la zona por las autoridades kurdas iraquíes, y fue precisamente de allí de donde los separatistas lanzaron su último ataque en territorio turco el domingo.
La tensión preocupa a Estados Unidos, que teme que una incursión turca desestabilice una de las pocas regiones iraquíes relativamente a salvo de la violencia.
Washington ha animado a Bagdad a tomar "medidas inmediatas" para detener las operaciones de los rebeldes.
Además, la Casa Blanca ha asegurado que busca una solución diplomática a las tensiones en la frontera entre Turquía e Irak, luego de que versiones de prensa del "Chicago Tribune" mencionaran, citando a altos responsables norteamericanos, la posibilidad de ataques estadounidenses contra los rebeldes kurdos.
Por su lado, Alí Babacan abogó en Bagdad por "la política, el diálogo, la diplomacia, la cultura y la economía" para "solucionar esta crisis", y dijo no querer "sacrificar nuestras relaciones culturales y económicas con nuestro vecino por una organización terrorista", en referencia al PKK.
En Londres, el Primer Ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, mantuvo la presión contra los separatistas kurdos, e indicó que una posible intervención militar turca en Irak no sólo se dirigiría contra las posiciones de los rebeldes, sino que podría suceder "en cualquier momento".
Ankara pide a Bagdad que utilice la fuerza para atajar los ataques del PKK desde su territorio, pero el Ejército iraquí no está desplegado en esta región que se encuentra bajo el control de las autoridades regionales kurdas.
Los intentos de alcanzar un compromiso para evitar una intervención militar turca se desarrollan tras la emboscada del pasado domingo en el sureste de Anatolia, en la que los rebeldes kurdos mataron a 12 soldados turcos y capturaron a otros ocho.
Hoy, decenas de miles de personas encolerizadas acudieron a los funerales de los militares turcos muertos.
Por su lado, el Primer Ministro británico, Gordon Brown, también condenó enérgicamente las acciones "terroristas" del PKK tras una reunión en Londres con Erdogan.
El PKK se creó en 1978 y en 1984 se lanzó a la lucha armada para la creación de un Estado kurdo independiente en el sureste de Turquía.
Intensificó sus acciones tras romper una tregua unilateral a finales de 2006.
Según un balance oficial, la violencia relacionada con el conflicto kurdo ha causado hasta ahora más de 37.000 muertos.
El PKK está considerado una organización terrorista por Turquía, Europa y Estados Unidos.