ROMA.- Dieciocho años después de que fuera asesinado, la madre y la hermana del mafioso siciliano Sebastiano Mazzeo han sido detenidas, acusadas de entregarlo a los sicarios para que lo mataran e impedir que colaborara con la justicia.
Se trata de Gaetana Conti, de 57 años, y Concetta Mazzeo, de 39, quienes según la fiscalía de Catania (Sicilia, sur del país) -que ordenó ayer los arrestos, según se informó hoy- llevaron a los sicarios hasta donde se encontraba escondido Sebastiano, de 21 años, quien había decidido colaborar con la justicia para vengar el asesinato de su padre.
Junto a la madre y hermana, también ha sido detenido Agatino Stefano Messina, de 53 años, implicado en el asesinato.
Según fuentes policiales, desde hace años se sospechaba de la madre, pero han sido las confesiones de Salvatore Centorrino, uno de los presuntos sicarios, las que han llevado a los fiscales Paolo Giordano y Francesco Puleio ha emitir las órdenes de arresto.
Según Centorrino, en aquellas fechas de 1989, miembros del clan conocido como “Carcagnusi” se reunieron para adoptar medidas contra Mazzeo, ya que temían que con sus confesiones a la policía podrían ser detenidos todos y desmantelada la “familia".
A la reunión asistieron también la madre y hermanas, las únicas que sabían donde se escondía Mazzeo y que fueron la que llevaron hasta el lugar a los sicarios.
Cuando Mazzeo abrió la puerta, fue introducido en un vehículo y tiroteado. Su cadáver nunca se encontró.
Sebastiano Matteo estaba considerado un mafioso muy peligroso. A los 15 años ya había sido detenido por primera vez por la policía tras un tiroteo. Conocido como “baby killer", los investigadores están convencido de que decidió colaborar con la justicia para vengar el asesinato de su padre -que estaba inválido, pero seguía controlando el clan- tiroteado cuando él tenía 18 años.